La ilegalidad es la derrota del pueblo
La ilegalidad es la derrota del pueblo

Como todo lo coyuntural es relativo y confuso dentro del quehacer noticioso en el país, creo que la mejor descripción de lo que pasó es lo que encontré en las redes sociales en un meme que decía: “¿Qué hiciste hoy Bolivia?” y el mapa del país mostraba un periódico. Me pareció sugerente la pericia del autor de este meme de mostrar un periódico y no un celular o una Tablet. Así fue la semana, una serie de hechos concluyeron con un gran perdedor, el ciudadano que depende de sus actividades diarias para seguir adelante con su vida y la de su familia.

Hubo un alud de acontecimientos. La marcha de indígenas –enunciados por alquilar tierras de origen comunitario a los agroindustriales–, la nota de prensa en algún medio de comunicación con el nombre de un Gobernador envuelto en los Panamá Papers y las declaraciones del “hidalgo” ciudadano portador de la “dignidad” de los blanqueados de este país. Este representante del “civismo” verde y blanco pedía la anulación del proyecto de la Ley Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas, Financiamiento del Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva o no Convencionales.

Todos sabemos que este intolerante, al declarar un “paro cívico” en contra de esa ley, solo quiso librar de la justicia a ese Gobernador. Misterioso no es, porque el primero en rendir cuentas sería el individuo cuyo nombre está en paraísos fiscales. Asimismo, vimos a empresarios –que siempre claman por la legalidad y que todos declaren sus importaciones y paguen impuestos– marchando junto a los informales gremiales.

Recordemos que la ley no iba en contra de gremialistas, ya que “informalidad” no es sinónimo de ilegalidad. El proyecto de ley buscaba proteger las actividades de estos para que no sean utilizadas por las organizaciones criminales como instrumento para introducir recursos mal habidos. Además, al hablar de lavado de dinero nos referimos a que están en juego grandes cantidades de dinero (millones), por lo cual no se alcanza, de ninguna manera, a los pequeños comerciantes.

Entonces, ¿con qué grupo gremial se dieron la mano? ¿Estamos hablando de quienes basaron su fortuna en contrabando valorado en cientos de miles de dólares? La duda es si esta actividad afecta a los pobres empresarios, que son defendidos por comités cívicos, que se dieron la mano para buscar la anulación de esta ley con cooperativistas, políticos, jueces y policías corruptos. Mejor no sigo, porque es muy larga la lista de quienes no quieren una ley que controle lo ilegal.

Lo más triste es que ciudadanos que se levantan a las 05.00 am y duermen a medianoche apoyan a grupos que solo piensan en sacar con impunidad divisas del país hacia paraísos fiscales.

Esta Bolivia, como el meme, muestra el periódico, lleno de intolerancia en las calles y no a los millones de bolivianos que siguen luchando en paz por la reactivación de este país golpeado por la pandemia.

Los milagros nunca vienen solos (como la victoria de la Selección en dos partidos seguidos, que es tan raro como las lluvias en el Oriente nacional, debido al desmonte y el monocultivo), este vino acompañado de la derrota del ciudadano que gritaba “gol” desde el cubículo en alguna oficina; del que sacaba brillo a algún soñador que iba a la entrevista de trabajo; de la señora que miraba atónita los goles, mientras mezclaba el fresco de mocochinchi, o de algún carpintero distraído que cepilló por error una madera ya acabada, mientras sus ojos se deleitaban con el cuarto gol de la Selección. Todos ellos perdieron cuando la Ministra de la Presidencia –claramente afectada– declinó la continuidad de una ley que podría normar lo ilegal y poner en su lugar a los ladrones de cuello blanco.

Esta situación nos deja una lección: que, si se intenta hacer nuevas leyes para legalizar la riqueza en el país, se sociabilice y se llegue a cada boliviano para no ser víctimas de la desinformación ni de la manipulación comunicacional de los “dueños” de estas fortunas mal habidas.

Martín Moreira/.


 
Ministro de Justicia afirma que sentencia del TCP, que ratifica que hubo golpe de Estado en 2019, tiene efecto final y vinculante
Ministro de Justicia afirma que sentencia del TCP, que ratifica que hubo golpe de Estado en 2019, tiene efecto final y vinculante

El ministro de Justicia, Iván Lima, dijo este viernes que la sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que ratifica que en Bolivia hubo golpe de Estado en 2019, tras la autoproclamación de Jeanine Áñez a la presidencia, tiene un efecto final y vinculante.

“Ha hablado el TCP. La sentencia constitucional que se ha emitido y se ha notificado el día de hoy (viernes), 052/2021, que ya está en la página web y que la pueden leer, y también la hemos subido a las páginas y redes del Ministerio, tiene un efecto final y vinculante”, aseveró en una entrevista en el programa “Primer plano” de Bolivia Tv.

Según Lima, la resolución judicial tiene carácter de “cosa juzgada” y no hay la posibilidad de que se pueda plantear un recurso legal en su contra, porque el TCP es el único intérprete de la Constitución Política del Estado (CPE).

Horas antes, la autoridad estatal anunció que la determinación judicial será incorporada en un proceso penal iniciado contra Áñez por la comisión de los delitos de resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes e incumplimiento de deberes. 

“Y definitivamente la sentencia, como lo habíamos señalado, debía salir en un término inmediato porque ya se ha agotado la presentación de la prueba y con esta sentencia esperemos que la justicia actúe pronto y tengamos, en lo posible en este año, lo más pronto posible, una sentencia en el marco del debido proceso”, agregó.

El titular de Justicia dijo, además, que las opiniones que surjan a partir de ahora por el caso deberán ser realizadas de manera responsable y serán respondidas, refutadas y debatidas en todos los ámbitos, porque “ya no es admisible que se le siga mintiendo al pueblo boliviano”.

“No ha existido fraude, ha existido golpe y ya las instancias judiciales del país han hablado”, concluyó.


No crujan tanto los dientes
No crujan tanto los dientes

Quisiera entender qué se siente al estar parado aplaudiendo a un desbocado líder “cívico”, sin comprender su discurso lleno de amenazas, no al gobierno, sino al pueblo que dice defender. Estas son sus palabras. “Se tiene que abastecer, porque después no caminará nada ni nadie en la calle”. Mientras tanto, el escozor de su nariz se hace más evidente entre grito y grito que atraviesa esa cabeza delirante de poder mezquino y racista. Vociferar, amenazar e insultar a las personas lo hace líder, mientras recuerda que debe seguir protegiendo el interés de quien le alivia la picazón.

En este panorama desconcertador, una Bolivia con dos realidades diferentes sigue adelante, totalmente dolida por los hechos vividos. Primero, los fanáticos entraron al Palacio con la Biblia y con fusiles salpicados de sangre, lo hicieron entre rezos de monstruos que, arrodillados, clamaban por la muerte de los que consideran diferentes. Pero, la verdad de que todos somos iguales duele a los indolentes “Pititas”. La diferencia es que “los pitas” están llenos de complejos y resentimientos de clase, mezclados con la hipocresía de sus oraciones cómplices de la muerte y del dolor. Fue un año lleno de asaltos al pueblo, al cual dejaron pobre y sin empleo, en medio de una pandemia que terminó por arrebatar lo poco que estos ladrones dejaron.

Después vino una administración de Estado elegida democráticamente, con un Presidente que tiene la receta económica para salir de esta crisis, que demostró en su primer año de gestión números positivos en la balanza comercial y un crecimiento del PIB que, en el último trimestre, llega al 9,4%. Aunque, nadie se imaginaba que este batallón de zombis con rosarios y que invocan muertes, este grupo de buitres que siguen al hombre con picazón en la nariz, volverían a atacar con la misma receta. Medios de comunicación difamadores y amarillistas, gente desclasada y llena de odio al prójimo, sin ningún sentido de la historia y, por lo tanto, sin memoria.

Y este aparato es pagado por un pequeño grupo de familias podridas en dinero malhabido, que no desean dar cuentas de cómo obtuvieron sus fortunas. Sin embargo, el país tiene idea de la forma en que la obtuvieron. Por esa razón no quieren que se ejecute la ahora abrogada Ley 1386, así dan razones suficientes de que su riqueza nunca fue legal. Para que entiendan los que se arrodillan buscando muerte, ellos lograron fortuna con el narcotráfico, la corrupción, la venta de armas, el contrabando, la trata de personas, la explotación infantil, la venta de órganos y el lavado de dinero indebido.

Saliendo de este panorama de odio y discriminación, a unos kilómetros se ve el progreso, por ejemplo, la construcción de la carretera Doble Vía El Sillar, con unos 13 puentes y cuatro túneles que atraviesan las montañas, obra que genera más de 1.200 empleos directos y cientos de indirectos, beneficiando al país con la mejora del traslado de los ciudadanos y de la mercadería de importación y exportación. Esa es la Bolivia que deseamos todos, para trabajar en paz y progresar. Ese es el camino a seguir con esperanza en un mañana con igualdad y sin discriminación.

 


12 de octubre de 1492: El supuesto descubrimiento
12 de octubre de 1492: El supuesto descubrimiento

Cuenta la historia contemporánea, narrada por cronistas europeos fundamentalmente, que el denominado “Nuevo Continente” se descubrió un 12 de octubre de 1492. A partir de esa fecha estos mismos cronistas europeos bautizaron mal a este lado del mundo con “América”, “Latinoamérica”, “Hispanoamérica”; apelativos que hasta el día de hoy acompañan ciertos saberes formales. Pero antes de ser mal bautizados ya existíamos en el Abya Yala con toda nuestra riqueza mineral, cultural, biodiversidad, tecnología y cosmovisiones.

Hasta el día de hoy, la historia eurocéntrica cuenta la historia del supuesto descubrimiento. Lo cierto es que nosotros ya estábamos aquí, no estábamos escondidos, estábamos en nuestra casa; fueron ellos los que se encontraban perdidos. Esta resignación a la historia contada de nuestro supuesto descubrimiento marcó el devenir de nuestro comportamiento con diversos complejos de inferioridad hacia Europa, y otros mucho más complicados, complejos de superioridad hacia los pueblos indígenas pre existentes al colonialismo español, portugués e inglés.

La resistencia al auto reconocimiento de la identidad indígena que nos acompaña genéticamente carga consigo toda una serie de estructuras y superestructuras sociales y de comportamiento cotidiano que ya hemos asumido como normales. Fausto Reinaga, por ejemplo, no admite la categoría “indígena”, desarrollando desde su obra la Revolución India una concepción de indianidad como noción identitaria de la bolivianidad confrontada con las estructuras raciales pigmentocráticas imperantes en el Estado Republicano boliviano. Siguiendo la categoría de Reinaga en términos estrictamente sociológicos e identitarios podemos afirmar que todo boliviano es en esencia indio porque por sus venas recorre sangre de nuestras naciones y pueblos invadidos, violentados y violados por el yugo español, portugués o inglés desde 1492.

Negar nuestra propia composición identitaria conlleva la adopción de ciertos patrones de comportamiento arcaicos como la reminiscencia a los valores coloniales y republicanos en contraposición a la plurinacionalidad. Por eso la defensa de una sola bandera, una sola religión, y una sola construcción homogénea de Estado con todas sus estructuras y valores. Como antítesis de ese Estado colonial que intenta homogeneizar se hace más imperante el análisis del paradigma de Estado Plurinacional desde la visión de la heterogeneidad con múltiples naciones y pueblos indígenas pre existentes a la invasión colonial, múltiples idiomas oficiales, concepción del Estado laico independiente de cualquier religión, y la wiphala como símbolo de esa pluralidad.

Precisamente es este símbolo del sur global, la wiphala, la representación de la necesidad de nuevos paradigmas civilizatorios más allá de las banderas legadas tras los procesos de descolonización (expulsión militar de los ejércitos coloniales). Quedaron como estructuras no sólo simbólicas y físicas de la colonia las instituciones con todas sus viejas lógicas. Sino, fundamentalmente la concepción mental impuesta en las escuelas, hogares y todos los aparatos ideológicos. Apartarse de ese chip mental colonial heredado y naturalizado conlleva deconstruir los saberes más primarios ahondando en la decolonialidad que es superestructural y se expresa en la forma de educación, cultura, sentido común, ideas imperantes y aceptadas como habituales, comportamientos; es decir, todo el campo superestructural.                 

Gabriel Villalba Pérez/.


La trilogía de la planificación: El largo, el mediano y el corto plazo
La trilogía de la planificación: El largo, el mediano y el corto plazo

Desde enero del 2016, Bolivia cuenta con un Sistema de Planificación Integral del Estado (SPIE), establecido mediante Ley N° 777, dicho sistema se ha convertido en un conjunto de esfuerzos para conducir el desarrollo integral del Estado Plurinacional de Bolivia. Este sistema, único en la historia de nuestro país (con seguridad hablaremos de ello en otro momento), persigue los siguientes fines:

  • Lograr que la planificación de largo, mediano y corto plazo tenga un enfoque integrado y armónico, y sea el resultado del trabajo articulado de los niveles de gobierno, con participación y en coordinación con los actores sociales.
  • Orientar la asignación óptima y organizada de los recursos financieros y no financieros del Estado Plurinacional.
  • Realizar el seguimiento y evaluación integral de la planificación, contribuyendo a la toma de decisiones de gestión pública.

Aquellos que, en estos últimos cinco años, fuimos parte de su implementación, podemos asegurar que la misma ha sido y es compleja, extremadamente compleja, y que esa integralidad y los fines que persigue, necesitan un ciclo o más, de esfuerzo y refuerzo, pues resta operativizar y consolidar varios elementos críticos y relevantes de su diseño, y recuperar las buenas prácticas desarrolladas a lo largo de nuestro país, en todos sus niveles (Nivel central, nivel institucional, nivel territorial).

Es así que, en tres capítulos y artículos, pondremos en la mesa, aspectos medulares que al parecer no están resueltos y que en algún momento amenazarán nuevamente la correcta aplicación de este sistema y, sobretodo, su articulación.   

 Capítulo I: El largo plazo

El Sistema de Planificación Integral del Estado propone que el Plan General de Desarrollo Económico y Social (PGDES) es el plan de mayor jerarquía de planificación, y que el mismo se implementa a través del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) del cual se desprenden todos los planes de mediano plazo del SPIE. Por otro lado, establece que este plan, conduce la planificación integral de largo plazo y establece la visión política para la construcción del horizonte del Vivir Bien en armonía y equilibrio con la Madre Tierra, a través de los 13 Pilares de Desarrollo:

  • Pilar 1: Erradicación de la pobreza extrema.
  • Pilar 2: Socialización y universalización de los servicios básicos con soberanía para Vivir Bien.
  • Pilar 3: Salud, educación y deporte para la formación de un ser humano integral.
  • Pilar 4: Soberanía científica y tecnológica con identidad propia.
  • Pilar 5: Soberanía comunitaria financiera sin servilismo al capitalismo financiero.
  • Pilar 6: Soberanía productiva con diversificación y desarrollo integral sin la dictadura del mercado capitalista.
  • Pilar 7: Soberanía sobre nuestros recursos naturales con nacionalización, industrialización y comercialización en armonía y equilibrio con la Madre Tierra.
  • Pilar 8: Soberanía alimentaria a través de la construcción del Saber Alimentarse para Vivir Bien.
  • Pilar 9: Soberanía ambiental con desarrollo integral y respetando los derechos de la Madre Tierra.
  • Pilar 10: Integración complementaria de los pueblos con soberanía.
  • Pilar 11: Soberanía y transparencia en la gestión pública bajo los principios de no robar, no mentir, no ser flojo y no ser adulón.
  • Pilar 12: Disfrute y felicidad plena de nuestras fiestas, de nuestra música, nuestros ríos, nuestra selva, nuestras montañas, nuestros nevados, de nuestro aire limpio, de nuestros sueños.
  • Pilar 13: Reencuentro soberano con nuestra alegría, felicidad, prosperidad y nuestro mar.

Estos 13 Pilares bajan en cascada hasta la planificación de corto plazo, a través de la Estructura Programática, que es una especie de “marco lógico” de la planificación, representado por los propios Pilares, las Metas, Resultados y Acciones.

¿Cómo mantenemos la mirada de largo plazo?

El periodo establecido por ley para el PGDES es de “hasta 25 años”, pero, por efectos de la celebración del bicentenario, el 2015 se eleva la “Agenda Patriótica 2025” a rango de ley, convirtiéndola de esta forma en el PGDES, con un periodo de 10 años. Esta agenda tiene que ser cumplida por dos periodos PDES, es decir, un PDES 2016-2020 y un PDES 2021-2025; en pleno 2021 y tocando el 2022, quedan tres años para alcanzar la ansiada Agenda Patriótica.

Aquí tenemos una primera reflexión, pues llegando al 2024 o 2025, ¿cuál será la mirada de largo plazo para el desarrollo integral de nuestro país? ¿Cumpliendo la agenda al 2025, ya habremos resuelto el desarrollo integral de nuestro país? Seguramente no, pues el desarrollo supone la generación de constantes retos, entonces es cuando se propone ampliar la visión y proponer un nuevo periodo y hacer este ejercicio continuamente; es posible tomar para ello como referencia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) cuya agenda termina el 2030, y hasta donde se sabe podría ser ampliado un nuevo periodo.

La articulación hacia abajo

El Plan General de Desarrollo Económico y Social (PGDES), al ser el de mayor jerarquía, no se desprende de ningún otro plan, pero toma en cuenta las políticas nacionales establecidas en la Constitución Política del Estado, así como prioridades y necesidades sectoriales y territoriales. Hacia abajo, brinda las líneas para que el PDES las asuma y descuelgue en cascada de planificación hasta el corto plazo. Por tanto, no existe, por ahora, mayores observaciones a este aspecto de la planificación.

 Ajuste de Pilares y los efectos de la pandemia

Si bien los impactos de la pandemia están siendo controlados progresivamente mediante la reactivación económica, requieren de una estructura que las integre a las políticas nacionales de desarrollo integral, es decir, resolveremos aspectos generales, pero existirán otros estructurales asentados en el mediano plazo, ejemplos: pobreza, productividad, salud, educación, entre otros. En conclusión, la pandemia no afectará la planificación del largo plazo y los pilares que lo conforman, no obstante, deben ser evaluados y ajustados a un nuevo contexto y desafíos futuros, tal cual lo manifestamos anteriormente.   

 Cómo medir los impactos generados

El Sistema de Planificación Integral del Estado, en su subsistema de seguimiento y evaluación integral, establece el seguimiento y la evaluación de las Metas, Resultados y Acciones de los planes de largo, mediano y corto plazo, entonces supone una medición del grado de cumplimiento de las dimensiones de desarrollo: Pilares. 

Al respecto, es posible determinar uno o varios indicadores directos o proxys que describan el comportamiento del Pilar, no obstante, será bastante subjetivo y dependerá del establecimiento correcto de dichos indicadores, alejándonos de la articulación propuesta con el mediano plazo. Entonces, apelando a este principio (articulación) debe establecerse un conjunto de indicadores en las Metas y Resultados que sean integrados y articulados a fin de que reflejen la contribución hacia arriba hasta llegar a describir el comportamiento del Pilar. Solo así será posible su medición.

Como se pudo apreciar, existen temas estructurales a resolver en la aplicación de la planificación del largo plazo, esto sin duda afectará el desarrollo del mediano y corto plazo. No obstante, resta apropiarnos del proceso y reflexionar de manera conjunta la mejor manera de aplicación de la Ley N° 777, pues está en juego el desarrollo integral de nuestro país, sus inversiones y sobretodo el precepto máximo como lo es el Vivir Bien.  

Christiam Cordero Rocha/.


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