Rusia dará una respuesta dura y adecuada a las nuevas sanciones en su contra, aprobadas por la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

"Nuestra respuesta, como siempre, será dura y adecuada", afirmó la portavoz del organismo, María Zajárova, citada en un comunicado, informó la agencia Sputnik.

Señaló que Rusia ve como hostiles las acciones de Estados Unidos, que se deben a la falta de voluntad política y al rechazo a desarrollar las relaciones de Moscú y Washington en calidad de socios.

Zajárova indicó que la decisión tomada por el Gobierno de EEUU contradice los acuerdos logrados por el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homologo estadounidense durante la cumbre Rusia-EEUU celebrada en Ginebra en junio de 2021.

Sin embargo, Rusia espera que la Casa Blanca recupere el sentido común y se dé cuenta de que sus acciones son contraproducentes y no contribuyen a mejorar las relaciones de Moscú y Washington.

El 20 de agosto, el Departamento del Tesoro anunció que EEUU había impuesto sanciones a dos compañías rusas y dos buques por su participación en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2.

Además EEUU sancionó a nueve ciudadanos y dos entidades de Rusia vinculadas al supuesto envenenamiento del bloguero opositor ruso Alexéi Navalni.

El proyecto Nord Stream 2 tiene por objetivo la puesta en marcha de un gasoducto que transportaría hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural por año desde Rusia a Alemania por el fondo del mar Báltico.

China dijo que espera que Estados Unidos detenga la manipulación política sobre el tema del rastreo de orígenes de COVID-19 y deje de envenenar la cooperación internacional contra la pandemia.

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, hizo los comentarios en respuesta a los informes de que el gobierno de Estados Unidos está utilizando la ayuda para vacunas como un cebo para coaccionar a los países vecinos de China a participar en su campaña para difamar a China como la "fuente del coronavirus" y generar una cuña entre China y sus vecinos.

El portavoz dijo que cuando China estaba superando dificultades para producir y proporcionar materiales anti-pandemia a los países necesitados, Estados Unidos estaba ocupado comprando y acaparando materiales anti-pandemia en todo el mundo.

"Cuando China anunció por primera vez y está tomando la iniciativa en la implementación de la promesa de hacer de las vacunas un bien público mundial y hasta la fecha ha proporcionado más de 800 millones de dosis de vacunas al mundo, Estados Unidos ha estado practicando "America First" y "nacionalismo de vacunas", dijo.

"Ahora, Estados Unidos está ofreciendo vacunas, pero con un precio, como dijeron los medios de comunicación, a cambio de apoyo en el tema del rastreo de orígenes, haciendo de las vacunas una herramienta para coaccionar a otros países para que se unan a su alianza anti-China. Si esto es cierto, tal comportamiento es inmoral e irresponsable, lo que debe ser condenado", dijo Hua.

El mundo todavía enfrenta graves desafíos por la pandemia y necesita urgentemente unidad y cooperación, dijo, y agregó que las vacunas son un arma poderosa contra el virus y traen la esperanza de salvar vidas, que no deben usarse como una herramienta para la manipulación política.

"Esperamos que Estados Unidos deje de politizar el rastreo de orígenes, envenenar la cooperación internacional y regrese al camino correcto de la colaboración internacional contra la epidemia y la cooperación para el rastreo de orígenes", dijo el portavoz.

El aumento en los ingresos y una mejor condición de vida han logrado que en la región autónoma del Tíbet, suroeste de China, el consumo per cápita de ropa aumente en 584 yuanes (unos 91 dólares) y ha permitido que las marcas de ropa locales se vuelvan cada vez más populares.

En los últimos años, las marcas de moda locales se han multiplicado en el Tíbet. Hay más de 20 tiendas de moda de estilo tibetano en la calle Barkhor, en el centro de Lhasa, la capital regional.

"La ropa tibetana moderna utiliza seda, lino y otros materiales conservando los diseños tradicionales", dijo Rigzin, director ejecutivo de AJ-NAMO, una firma de diseño de moda tibetana, y agregó que han estado creando diseños con nuevos materiales gracias a innovaciones técnicas.

Antes de la década de los 50, los funcionarios, aristócratas y lamas de alto rango y sus agentes constituían aproximadamente el 5% de la población, pero eran propietarios de casi la totalidad de la tierra, los pastos, los bosques, las montañas, los ríos y otros medios de subsistencia.

Los siervos y esclavos, que representaban el 95% de la población local, tenían poco para gastar en ropa, que era de mala calidad.

"En el viejo Tíbet, mi familia de seis miembros solo tenía dos prendas de vestir toscas hechas de pulu (una especie de tela de lana tibetana) para usar. Se usaban como ropa durante el día y como edredones por la noche", dijo Changchub, un aldeano del distrito de Chushur de Lhasa.

"En ese momento, incluso llenarnos el estómago era un problema. ¿A quién le importaría la ropa?", contó.

Li Mei, presidenta del Instituto Tibetano de Ropa y Cultura Étnicas, explicó que la ropa del pueblo tibetano ha experimentado una mejora en el consumo.

"Su calidad de vida ha mejorado significativamente, su ropa se está volviendo cada vez más exquisita y se están moviendo hacia el consumo de alta gama", aseguró Li.

Li dijo que en comparación con la ropa tradicional tibetana, la ropa tibetana de moda está ganando popularidad ya que es más ligera y cómoda, y su estilo encaja mejor con la estética contemporánea.

Durante el período 2016-2020, el coeficiente de Engel de los residentes tibetanos, que determina la proporción del ingreso familiar total que es gastado en alimentos, continuó disminuyendo.

En 2020, el ingreso disponible per cápita de los residentes urbanos en el Tíbet fue de 41.156 yuanes, un aumento interanual del 10%. El de los residentes rurales aumentó un 12,7% a 14.598 yuanes, según muestran los datos oficiales.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, rechazó este viernes las sanciones impuestas por el Gobierno de EEUU contra tres oficiales de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior (MININT), medidas que calificó como una "agresión" a Cuba.

"El gobierno de Estados Unidos carece de autoridad moral para penalizar a altos oficiales de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior. Rechazo persistente afán estadounidense de agredir a Cuba y a los cubanos, y de reforzar el bloqueo económico", escribió el funcionario en su cuenta de la red social de Twitter.

En la víspera, el Departamento del Tesoro de EEUU incluyó en su lista de Ciudadanos Especialmente Designados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) a los generales Roberto Legrá y Andrés González, jefe de la dirección de Operaciones de las Fuerzas Armadas y jefe del Ejército Central, respectivamente; y a Abelardo Jiménez, alto oficial del Ministerio del Interior.

De acuerdo con el comunicado divulgado el 19 de agosto, los tres oficiales cubanos son sancionados por tener vinculación con la supuesta represión a los disturbios ocurridos en la isla el pasado 11 de julio, devenidos actos vandálicos.

A su vez, las sanciones invocan la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad de los Derechos Humanos, aprobada en EEUU en 2012 y que persigue unilateralmente a ciudadanos extranjeros acusados de supuestos actos de corrupción y violaciones a los derechos humanos y fue dirigida inicialmente contra el Gobierno de la Federación de Rusia, después de la muerte del ciudadano Serguéi Magnitski, ocurrida en 2009.

Las autoridades cubanas han reiterado la connotación política de estas "sanciones" y acusan a la Casa Blanca de manipular la situación interna en la isla, y de promover un "golpe blando" para derrocar al Gobierno, a través de campañas alentadas desde las redes sociales con el apoyo de elementos financiados por EEUU dentro del país.