La Paz, 03 de noviembre de 2025 (ABI).- Tras una gestión marcada por la improvisación frente a la pandemia del Covid-19, el gobierno del presidente Luis Arce fortaleció el sistema de salud con la aplicación de más de 17 millones de vacunas gratuitas contra la enfermedad, pruebas de diagnóstico masivas, equipamiento e infraestructura que permitió a los bolivianos retornar a la normalidad y retomar sus actividades económicas, como una de las principales prioridades.
“Hemos disminuido nuestra mortalidad, hoy es bajísima con relación a la primera y tercera ola, vamos a seguir teniendo casos de Covid sí, porque hay circulación del virus, pero con las acciones ejecutadas para el control de la pandemia hemos avanzado”, destacó el viceministro de Promoción y Vigilancia Epidemiológica, Max Enríquez.
El viceministro hizo un balance de los alcances del plan gubernamental ejecutado para enfrentar la pandemia del Covid-19.
En noviembre de 2020, el país enfrentaba los efectos de las primeras olas de la pandemia y la tasa de mortalidad alcanzaba el 6,2%.

“La gente había sufrido el encierro, estábamos en cuarentena, no se nos permitía salir, no teníamos acceso a diagnósticos, no teníamos acceso a vacunas, no teníamos acceso al tratamiento, estábamos librados a la suerte”, lamentó Enríquez.
Explicó que el Gobierno de Arce nunca había considerado el encierro de la población ni paralizar la actividad económica, sino más bien retornar a la normalidad y que la población vuelva a sus actividades laborales y productivas.
Además, hasta ese momento, el país no contaba con una planificación para controlar la pandemia, por lo que se elaboró un plan bajo cuatro pilares estratégicos: la coordinación con Entidades Territoriales Autónomas (ETAs), la vacunación masiva voluntaria y gratuita, el diagnóstico oportuno y masivo con pruebas gratuitas y la vigilancia epidemiológica activa.
Vacunas y pruebas
Una de las acciones fundamentales fue la compra de vacunas para la campaña masiva de inmunización a los bolivianos.
“No estábamos en la lista de las empresas productoras, no se tenía miras de conseguir, porque en ese momento todos estaban demandando la vacuna y el presidente (Luis Arce) como una acción directa tomó contacto con el presidente de Rusia (Vladimir Putin), y las primeras dosis que llegaron al país fueron vacunas de este origen”, sostuvo.
Asimismo, se gestionó también la compra de la vacuna Sinopharm, de China, y la llegada de otras dosis de Pfizer con el mecanismo Covax. Posteriormente, llegaron las dosis de las vacunas AstraZeneca, Johnson & Johnson y Moderna.
Durante la pandemia se aplicaron más de 17 millones de vacunas y se logró una cobertura que superó el 60%.
El viceministro relievó que entre los resultados importantes de la vacunación masiva contra el Covid-19, se redujera la letalidad del 6,2 %, en la primera ola de 2020, al 0,15 % en la quinta ola en 2022.
Otra de las acciones del Ministerio de Salud fue la adquisición de pruebas PCR y antígeno nasal para el diagnóstico masivo y la atención inmediata.
Para la vacunación y la aplicación de las pruebas se movilizaron miles de brigadas médicas por todo el territorio nacional, además brindaron un tratamiento oportuno y entregaron medicamentos.
“Se notaban las acciones que habíamos tomado; en su momento, inclusive había una escasez de barbijos, estaban recontra caros, no se podía tener el acceso a estos, pero ya cuando nos encargamos como Gobierno, sí hubo estas transformaciones que han facilitado hacer el control de la pandemia”, destacó.

Equipamiento
Asimismo, para el fortalecimiento de la cadena de frío se adquirió equipamiento para el Programa Ampliado de Inmunización (PAI), tanto a nivel nacional como departamental, para el transporte y distribución adecuada y segura de las dosis.
“Para traer la vacuna y distribuirla inmediatamente, se tuvo que fortalecer la cadena de frío, hemos comprado dos camiones frigoríficos especiales para esto, porque la cadena de frío en todos los departamentos, en lo que era transporte, era muy escaso”, dijo.
Además de los camiones, se compraron 15 cámaras frías para distribuirlas en los nueve departamentos y para aumentar la capacidad en el nivel nacional.
Enríquez explicó que algunas de las vacunas que llegaron requerían almacenamiento de la cadena de frío a menos 70 grados centígrados (-70), por lo que también se adquirieron los ultra congeladores. Los equipos se distribuyeron también en los nueve departamentos.
Asimismo, para los niveles locales se compraron refrigeradores precalificados, que tienen un control de temperatura satelital; es decir, permiten monitorear a cuántos grados de temperatura se mantiene la vacuna.
De la misma forma, se compraron cajas frías para el traslado adecuado de las vacunas hasta las redes de salud y municipios; además de termos también con características particulares para soportar las temperaturas adecuadas, por lo menos para una jornada de vacunación en las comunidades.
Además, se adquirieron montacargas para movilizar pallets de una tonelada y dar seguridad al personal.
También surgió la necesidad de un software para el registro nominal de vacunación y se tuvo que adecuar el sistema en el que se trabajaba para el reporte de vacunas del esquema regular.
Con este software cualquier ciudadano podía ingresar a la página del Ministerio de Salud y verificar su estado vacunal.
El viceministro sostuvo que aún falta mejorar en equipamiento; sin embargo, se avanzó y se seguirá mejorando para velar por la estabilidad y la calidad de la vacuna.
Covid llegó para quedarse
El viceministro explicó que el Covid-19 llegó para quedarse, porque no va a desaparecer y en la actualidad se reportaron casos nuevos.
Por esta razón, la vacuna contra el Covid-19 es parte del esquema regular de vacunación del PAI y todos los años el Estado debe comprar la vacuna y tener la disponibilidad en todos los establecimientos para facilitar a la población su dosis anual y gratuita.

Sarampión
La pandemia del Covid-19 también provocó una baja alarmante en las coberturas de vacunación de varias enfermedades en Bolivia y el mundo, con un riesgo epidemiológico elevado, por lo que se activaron acciones para mejorar los indicadores de inmunización, particularmente de los niños.
Sin embargo, debido a esta situación y la reaparición del sarampión en otros países, este año se presentó un brote epidémico de esta enfermedad en Bolivia, después de cerca de 30 años.
“Había brotes en Estados Unidos, Canadá y en Europa, y el primer caso que se nos presenta en Bolivia fue a raíz de un caso importado por un súbdito extranjero que llega a nuestro país y ahí empezaría como una cadena de transmisión; también en países de la región había casos positivos y al encontrarnos en una situación de bajas coberturas, era más fácil la reintroducción del sarampión”, explicó el viceministro.
Para enfrentar la enfermedad, se activó el Consejo Nacional Estratégico para Emergencias Sanitarias para enfrentar el sarampión con la participación de 11 ministerios y se impulsó la vacunación masiva, inicialmente de niños y de manera gradual se amplió hasta los 49 años.
“Para esto sí necesitamos del apoyo de la población porque todas las vacunas son gratuitas y el personal de salud trabaja en horarios diferenciados de atención, fuera de los horarios normales, para facilitar la vacunación.¿Qué necesitamos? necesitamos el concurso de la población”, insistió Enríquez.

Vacunas gratuitas
La autoridad instó a los padres de familia a llevar a sus hijos a que reciban las dosis correspondientes de las vacunas del esquema regular para protegerlos de enfermedades prevenibles.
El esquema regular de vacunación en Bolivia abarca a 14 tipos de vacunas que protegen de 20 enfermedades.
El viceministro explicó que las vacunas se desarrollan a partir de procesos tecnológicos, son testeadas, seguras, certificadas y provienen de los fondos rotatorios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Por lo que la población puede confiar en “que la vacuna es la mejor política en salud para la prevención”.
También lamentó que haya un relajamiento de la población para llevar a los niños a completar su esquema de vacunación regular y a pesar de la vigencia de la Ley 3300, que regula el sistema de inmunizaciones preventivas y establece que cada habitante del país tiene la obligación de vacunarse, y si es padre o tutor de un menor, hacer vacunar a su hijo.
Desde hace muchos años un requisito para la inscripción a nivel inicial en la escuela es la presentación del carnet de vacunación pero hoy ya no se cumple.
“Creen que no nos va a suceder nada. Si bien no hemos tenido muertos en esta oportunidad por sarampión, pero era una enfermedad catastrófica que provocaba muchísima muerte y lo que necesitamos ahora es recuperar la credibilidad en las vacunas”, reflexionó.
Enríquez señaló que el trabajo continúa para garantizar a los bolivianos las vacunas necesarias para prevenir el Covid-19, sarampión y otras enfermedades, además de seguir con el fortalecimiento de la infraestructura y el equipamiento necesarios para la prevención y tratamiento de estas y otro tipo de enfermedades.
Nj/Afbs








