Cleotilde Choque, madre de Kevin, uno de los jóvenes que fue impactado por un proyectil de bala en su pierna, durante la masacre de Senkata, El Alto, contó el calvario que vivió desde que se enteró mediante una llamada de lo acontecido con su hijo el 19 de noviembre de 2019.
“Mi hijo se salió a las 13.30 del 19 de noviembre porque no había ido a trabajar un día antes, desde la Ceja traía varios productos él me proveía, ya eran las 15.00 y yo seguía viendo la televisión y de repente recibo una llamada de un número desconocido, contesto y era mi hijo que me decía ‘má’ me han disparado, ese momento sentí que me moría”, relató.
Cleotilde comentó que su hijo para llegar a la Ceja de El Alto debía cruzar por calles aledañas a la planta de Senkata, donde de repente se registró una “lluvia de balas”, impactando una de ellas en su pierna, quiso ponerse de pie y no pudo.
“Mi hijo me contó que había visto que todo estaba tranquilo, de repente las balas comenzaron a llover detrás de la planta de Senkata, y que cuando le dispararon sintió una cosa caliente en la pierna que era su sangre, no podía caminar y la gente le gritaba levántese joven”, expresó Cleotilde entrevistada en el programa Somos Democracia, una alianza de medios estatales.
Entonces, el calvario comenzó para Kevin y sus familiares que no lograron que sea atendido en el hospital, donde sufrió discriminación y amedrentamiento por parte de personas que incitaban a los heridos a repetir que fueron pagados para asistir a las movilizaciones.
“En el hospital gente de civil trataba de amedrentar a los heridos, les decían: ‘cuánto les pagaron ese tu Evo’, incluso nos sacaron fotos, maltrataban a todos psicológicamente. El gobierno de ese entonces les hizo entrar tanto miedo que los medios de comunicación no informaban lo que pasaba con la gente humilde. En ese momento era prohibido difundir la lista de los muertos y los fallecidos, nadie se acercaba a nosotros solo el padre de la iglesia”, recordó.
Hay mucha gente inocente que fue afectada por esa masacre, personas que estaban trabajando, pero igual fueron masacrados por los efectivos militares y policiales que tenían una consigna generar miedo en la población, señaló.
“Nadie va a olvidar lo que pasó, esas exautoridades han mentido, robado y han hecho creer que (los movilizados) querían hacer volar la planta de Senkata”, finalizó.
