Emma Quispe, una de las víctimas de la violencia registrada en noviembre de 2019 en Senkata, El Alto, relató el martes que cuando fue a pasar sus clases recibió un impacto de balín en la cabeza.
“Yo estaba yendo a mis clases, mi hermano me llamó y me dijo que estaba normal, salí con mi hermana menor y fuimos por Senkata, mi hermano me volvió a llamar y me dijo que volviera a casa y mi hermana mayor también me llamó y me dijo: ‘vente de una vez ahí están disparando’ y cuando termine de contestar la llamada, recibí el impacto de balín en la cabeza, yo solo sentí un ruido en el oído y me agarre de un caballero, perdí el conocimiento y mi hermanita estaba a lado mío”, relató Emma en entrevista con el Somos Democracia, una alianza de medios estatales.
Recordó que lo primero que hicieron fue meterla a un kiosco porque continuaban los disparos desde un helicóptero, luego la sacaron y llevaron hacia el puente, tras encontrarse con una vecina la llevaron al hospital y allí lo primero que le dijeron es que el balín estaba su cabeza y debían operarla.
“Llamaron a mi papá; mis hermanos y mi mamá no sabían qué hacer, me llevaron en taxi por todo lado me tenían que operar de emergencia, no teníamos recursos”, contó.
Luego la llevaron al Hospital General porque le dijeron que la iban a operar, pero no lo hicieron, el médico ordenó una tomografía, y su hermano tuvo que prestarse 500 bolivianos para ese examen.
“El doctor me dijo que de milagro estás viva porque el balín salió ya no estaba ahí (cabeza), no me dieron nada ni una pastilla, ni agua solo me tomaron la presión”, relató.
Según Emma, la Policía acudió al hospital y tomó sus datos personales y hasta le sacaron fotos y dijeron que investigarían el hecho.
Recordó que entes que le atendieran vio a un joven herido de bala y el galeno comentó que moriría.
“Nos salimos y a la vuelta de la esquina llegó la Policía, si no fuera el doctor yo estaría detenía y herida, junto a mis hermanos y mi papá”, comentó.
Emma expresó que tras lo sucedido tenía miedo de aparecer en público y decir cómo estaba, sus parientes vieron en Internet lo que le había pasado.







