El Alto fue uno de los epicentros de masacre durante el régimen de Jeanine Áñez. Apolinar Colque no puede olvidar que varios disparos se llevaron la vida de su hijo Joel, de 22 años, en la zona de Senkata un noviembre de 2019.
Joel estudiaba mecánica. Una de las promesas que le hizo a su padre que vive en el área rural era terminar la carrera técnica para ayudarlo económicamente, motivo por el cual migró a la urbe alteña.
Apolinar Colque cuenta que su hijo no era afecto a los vicios. Dedicaba sus talentos a la Iglesia. Era músico y le gustaba tocar el saxofón. El día de la masacre solo pasaba por el lugar de los hechos.
Sin embargo, no esperaba que Joel muera el 19 de noviembre de 2019, menos en un conflicto en el que no estaba inmiscuido. Ese día, otros nueve civiles perdieron la vida y 31 quedaron heridos a causa de un operativo de fuerzas combinadas entre militares y policías en Senkata.
“El 19 pasó la masacre, yo llegué el 20. Ahí estaba muerto. Según el forense, había sido por impacto de bala. Había entrado por la espalda y la bala había salido, porque ya no está en su cuerpo. Mi hijo había recibido dos o tres balas. Me lo llevé a mi pueblo y me lo enterré. Era una pena para mí”, relató Apolinar.
Lamentó que en el régimen de Áñez se diera aval a operativos militares mediante normas como la 4078, para el uso de armas de fuego en las calles tras los conflictos poselectorales de 2019.
“Yo pido en este momento al Gobierno que haya justicia, mi hijo no era animal para que lo maten así”, exclamó el padre en entrevista para el programa Somos Democracia, una alianza de medios estatales que da voz a las víctimas y familiares de los hechos de violencia sufridos hace dos años.
El Decreto Supremo 4078 del 14 de noviembre de 2019, del régimen de Áñez, permitió la participación de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía Boliviana ante movilizaciones que se generaron por la crisis poselectoral. La norma establecía que los militares que participen en operativos estarán exentos de responsabilidad penal pese al uso de armas.







