Santa Cruz, 12 de noviembre de 2022 (ABI). – “Es una organización de los hermanos campesinos, sinceramente es lamentable, me da impotencia, soy hombre, pero me da impotencia, aquí se alojaban los hermanos necesitados”, dijo una de las víctimas que logró escapar de la ola de violencia que se desencadenó el viernes en la Federación Única de Campesinos de Santa Cruz.
El hombre llegó hasta las instalaciones y al ver las ruinas en las que quedó la misma, tras el ataque de integrantes de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) se quebró en llanto y relató cómo un grupo violento arremetió contra ellos, sin respetar a los adultos mayores, mujeres ni a los menores de edad.
“Tengo una hija con discapacidad, tuvimos que escapar por la pared, me iban a matar ¡Ahí estaba mi hija, la iban a matar! No sé hasta dónde llega este señor”, recordó visiblemente afectado en entrevista con Bolivia TV.
La Federación Única de Campesinos quedó en cenizas, totalmente destruida después de ser asaltada y quemada por grupos afines al gobernador Fernando Camacho.
Pese a que la fuerza del orden resistió y defendió por cuatro horas la institución, el grupo de jóvenes atacaba con petardos, bombas molotov y piedras hasta que lograron que la Policía Boliviana se repliegue y fue entonces que tomaron la instalación y la quemaron.
“Aquí se alojaban los hermanos campesinos, porque el alojamiento, ustedes saben, es carísimo. Aquí nos daban comida a los hermanos campesinos; cuando llegamos nos alojamos todos, llegamos aquí¿cómo? ¿por qué? ¡tanta saña!”, reprochó el hombre.
Los grupos violentos incendiaron las instalaciones de la Federación de Campesinos pese a que existían más de 60 personas en su interior, entre niños, mujeres y adultos mayores, quienes lograron escapar y, ahora, en su mayoría, se encuentran en la clandestinidad.
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