“El 2020 hubo escases de medicamentos, de un frasco teníamos que tomar dos personas”, relata Angélica, una mujer de 39 años que vive con el Virus de Inmundo Deficiencia Humana (VIH). Esta fue la realidad de miles de personas que quedaron sin atención médica ni dotación de medicinas por parte del Programa Nacional de VIH/Sida, debido a la pandemia del COVID-19 y al descuido de las autoridades de entonces
“Los medicamentos no habían, más se dedicaron al COVID-19, no tuvimos los medicamentos para las enfermedades y sí hubo desabastecimiento”, relató a la ABI, la líder de las personas que viven con VIH en la ciudad Oruro, Angélica Castillo.
Angélica es madre de dos varones de 18 y cuatro años, ellos no tienen la enfermedad y son el impulso para que siga adelante en su vida y liderando las Personas Viviendo con VIH y sida (PVVs).
“Yo vivo hace 16 años con el diagnóstico del VIH, ha sido un proceso largo y difícil, al principio fue complicado porque tuve enfermedades oportunistas, ahora estoy bien, gracias a Dios el medicamento me está ayudando bastante”, dijo.
Al inicio de su enfermad, Angélica sufrió discriminación, tanto de su familia, amigos y gente que sabía de su diagnóstico; pero superó esa etapa, asumió un liderazgo y se empoderó.
Actualmente retomó sus actividades después de un año y medio que tuvo que dejar de trabajar, al igual que sus compañeros, pero muchos de ellos contrajeron el COVID-19 y fallecieron.
“Desde que inició la pandemia las personas con VIH, en general, no la hemos pasado bien porque somos una población que tenemos que cuidarnos más, aún no existía la vacuna, entonces era complicado, algunas personas hemos dejado de trabajar todo el tiempo de la pandemia, casi un año y medio, y ha sido duro porque en algunos casos no hemos tenido apoyo ni de la familia ni de ningún otro lado”, señaló.
Para los PVVs la atención en salud era un tema complicado ya que no podían asistir a un hospital porque su vulnerabilidad es mayor frente al COVID-19.
“La mayoría de los compañeros nos hemos cuidado en casa con las yerbas que había por entonces, la hemos pasado muy duro porque hemos sido despedidos de nuestras fuentes laborales”, mencionó.
Lamentó que las autoridades del gobierno de Áñez se hayan olvidado de las personas que viven con el VIH, conminándolas a “sobrevivir” durante ese periodo. Afortunadamente, en esta gestión fue repuesta la atención en salud y la entrega de medicamentos
“Se regularizó la entrega de los medicamentos y las atenciones, después de muchos reclamos realizados por la Red Nacional de Personas que Viven con VIH y sida en Bolivia (REDBOL) y los Centros Departamentales de Vigilancia de Referencia (Cedevir), que brindan tratamiento a personas con VIH/sida, ahora cuentan con los medicamentos”, comentó.
Reclamó por la desaparición del Programa Nacional de VIH/sida y lo calificó como “un retroceso”. Dijo que espera que los recursos provenientes del Fondo Mundial destinado al VIH/sida no sean desviados, ahora que esa enfermedad está englobada en un programa de las enfermedades infectocontagiosas, “hecho que molesta y preocupa a los PVVs porque el VIH no es una enfermedad contagiosa”, aseveró.
El Ministerio de Salud, el 1 de diciembre, a propósito del “Día Mundial de Lucha Contra el VIH/sida”, garantizó un presupuesto de $us 10,1 millones para el periodo 2022 - 2025, para garantizar la atención de pacientes que viven con el VIH/sida en el país.
En Bolivia, existen 22.687 personas diagnosticadas con VIH/sida, y de éstas, 12.438 reciben tratamiento antirretroviral de forma gratuita a través del programa nacional creado para atender esa enfermedad, mediante las regionales.







