Las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana cambiaron de roles durante los 12 meses de la pandemia del COVID-19. La primera ola de contagios y la segunda contrastan en cuanto a las funciones de ambas instituciones.
Mediante Decreto Supremo Nº 4199, del 21 de marzo de 2020, el régimen de Jeanine Áñez estableció la declaración de emergencia sanitaria nacional y la cuarentena total. Se determinaron prohibiciones en la circulación de vehículos motorizados públicos y privados sin la autorización correspondiente de la autoridad competente.
Los estantes y habitantes de Bolivia debían permanecer en sus domicilios mientras dure el confinamiento y solo una persona por familia podía realizar desplazamientos mínimos e indispensables en el horario de la mañana de 07.00 a 12.00 del mediodía, a fin de abastecerse de productos e insumos necesarios en las cercanías de su domicilio o residencia.
Esa norma, permitía que la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas salgan a las calles con el fin de vigilar el cumplimiento de las restricciones. Las personas que incumplían el Decreto Supremo eran sancionadas con ocho horas de arresto más la imposición de multas pecuniarias.
Los roles cambiaron en el gobierno de Luis Arce. Las FFAA y la Policía concentraron sus esfuerzos en las tareas de apoyo logístico que las Fuerzas Armadas brindan en la campaña masiva de vacunación contra el COVID-19.
Por ejemplo, en el Decreto Supremo Nº 4452, 13 de enero de 2021, el gobierno de Arce establece que la Policía Boliviana puede ser convocada para efectivizar el control de los precios de medicamentos.
Tanto las FFAA y la Policía enfocan ahora su trabajo en la custodia de medicamentos y vacunas para garantizar que la campaña de inmunización contra el coronavirus llegue a su objetivo. Asimismo, en las campañas de detección temprana mediante las pruebas antígeno nasales.
El mandatario indicó el 16 de enero que la estrategia de la lucha contra la pandemia tiene otro enfoque en esta segunda ola. “Aguantar no significa encerrar a los bolivianos en sus casas en cuarentena rígida, aguantar no significa sacar a militares y policías a defender a la población, supuestamente, del coronavirus”, dijo.