La Paz, 19 de diciembre de 2022 (ABI- ANUARIO). - El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya resolvió la controversia sobre el agua del Silala y dio paso a la continuidad de la agenda Bolivia-Chile, pero también abrió la posibilidad de “emplear los mecanismos científicos” para abordar la resolución de los 17 problemas de aguas transfronterizas que persisten con Chile.
A seis años de presentada la demanda por parte de Chile y tras los alegados escritos y orales, los jueces internacionales hicieron conocer su veredicto la mañana del 1 de diciembre sobre el diferendo respecto a derechos sobre el agua del Silala, un recurso natural que tiene como naciente el cantón Quetena Chico, provincia Sud Lípez, Potosí.
“Bolivia tiene derecho sobre la canalización del Silala y Chile no tiene ningún derecho adquirido para el uso del total de sus aguas”, resumió el canciller Rogelio Mayta sobre el veredicto en este diferendo que tiene su origen en 1908, cuando la entonces Gobernación de Potosí concesiona a la chilena ferrocarriles Antofagasta el uso del recurso hídrico.
Para optimizar el caudal hacia territorio chileno, los concesionarios hicieron obras de ingeniería civil que permanecen hasta el momento. Justamente el fallo le otorga a Bolivia derechos sobre esta infraestructura, es decir, tiene la posibilidad de desmantelarlos.
Según los estudios científicos bolivianos, los canales y drenajes artificiales mejoran el caudal hacia Chile entre 11% y 33%. “Bolivia tiene derecho sobre la canalización que se ha realizado en su territorio”, explicó el Canciller tras conocerse la sentencia.
“La Corte también ha dejado claro que Bolivia tiene derecho al uso equitativo y razonable sobre las aguas del Silala, por lo que queda claro que Chile no tiene ningún derecho adquirido para el uso del total de las aguas como pretendía en su demanda”, aseguró ese 1 de diciembre desde La Haya.
Un tramo de la canalización del agua del Silala hacia Chile Foto: ABI
Ese mismo día, en La Paz, el presidente Luis Arce también se pronunció sobre la implicancia de la sentencia: “Bolivia resolvió la controversia con un pueblo hermano gracias al trabajo basado en estudios científicos y a nuestra estrategia de relaciones internacionales”.
En coincidencia con Mayta, insistió: “La Corte Internacional de Justicia ratifica nuestros derechos sobre las aguas del Silala y nuestra soberanía sobre el desmantelamiento de los canales artificiales”.
Recientemente, el miércoles 14, el cónsul de Chile en Bolivia, Fernando Velazco, aseguró la predisposición de La Moneda en profundizar las relaciones entre ambos países
“En lo posible profundizar las relaciones con Bolivia, seguir avanzando la relación con Bolivia”, afirmó y expresó su confianza en que este 2023 se avance en este objetivo.
Desde Chile, el 1 de diciembre, el presidente Gabriel Boric envió un mensaje en el mismo tono de Arce: “Podemos, después del fallo, enfocarnos en lo que nos une y no en lo que nos separa”.
Agenda de 12 puntos
Además, destacó el “espíritu de buena vecindad, de colaboración e integración” entre ambos Estados, “dando continuidad (…) a la agenda de los 12 puntos”.
Arce y Boric pactaron en julio reactivar la Hoja de Ruta sellada en La Paz en 2021 hacia la construcción de una agenda de confianza mutua.
En la Hoja de Ruta están temas como la complementación económica, libre tránsito, límites, integración física, culturas, medioambiente, turismo, educación, ciencia, tecnología e innovación, cooperación, temas consulares, cooperación policial, control del comercio ilegal y drogas, y recursos hídricos transfronterizos.
Ambos países mantienen una relación a nivel de cónsules.
El fallo por el Silala también otorgó a Bolivia el derecho de recuperar los bofedales que han sido deteriorados por la canalización del agua.
Los alcances del fallo están en análisis, pero el embajador y vocero del caso, Sebastián Michel, anticipó que el Gobierno apuesta por emplear los mecanismos científicos, como lo hizo en este proceso, para resolver los 17 problemas de aguas transfronterizas que mantiene con Chile.
Hay que utilizar “este método de información científica para resolver otros 17 problemas que tenemos con Chile sobre aguas transfronterizas, llámese Lauca y otros”, explicó en ese entonces.
La consultora internacional Danish Hydraulic Institute (DHI) estuvo a cargo del estudio técnico de los flujos de agua superficial y subterránea del recurso fronterizo.
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