La Paz, 21 de noviembre de 2022 (Ahora El Pueblo).- La ceramista beniana Olga Ribera descubrió su vocación por las artes cuando apenas era una niña. Creció rodeada de la abundante naturaleza, característica de la región, que cuenta con muchos recursos hídricos.
Por esos lares se encuentra la arcilla, materia prima con la que la artista moldea tradiciones y costumbres. Cuando la artista tenía ocho años observaba con detalle cómo su madre elaboraba pequeños muñecos utilizando para ello el maíz.
La pequeña Olga intentó emular ese acto, pero lo hizo con barro que encontró en abundancia en aquella tierra privilegiada de flora, fauna e innumerables recursos naturales. “Nací en San Antonio de Ribera, la tierra más bella del universo, ahí tenemos una variedad de barro de todos loscolores y con ese material que me obsequiaba la tierra fui creando pequeños muñecos. Mami hacía de maíz y yo de barro”, recordó.
Beni se caracteriza por tener poblaciones pintorescas que muestran coloridos paisajes a sus visitantes. Esos matices fueron esenciales para cultivar en la artista su espíritu bohemio, aspecto que la motivó también a escribir canciones y poemas inspirados en la cultura y personajes de su región.
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