Actores políticos que impulsaron el régimen de Áñez, se desmarcan de Murillo y se quedan sin su discurso de "persecución"

Actores políticos de la derecha exigieron sanciones contra Arturo Murillo en un intento de desmarcarse del exministro de Gobierno caído en desgracia. Sin embargo, esos mismos actores impulsaron, participaron y defendieron el régimen de facto del cual Murillo fue su columna vertebral. Ahora, esos protagonistas de la oposición se quedaron sin discurso político. 

Uno de esos actores es Luis Fernando Camacho. En su cuenta de Twitter escribió: "(…) el pueblo luchó contra el fraude, pero después los viejos políticos se apropiaron del poder y traicionaron nuestra lucha".

Sin embargo, Camacho olvida que él cogobernó, mediante su personal de confianza, durante la gestión de facto de Jeanine Áñez, de la que Murillo fue su pilar.

Camacho puso a su abogado personal, Jerjes Justiniano Atalá, quien lo acompañó y asesoró en el Comité Cívico pro Santa Cruz, en el cargo de Ministro de la Presidencia de Áñez.

Justiniano -en sus propias palabras- fue “un aporte cívico”. Su cargo de asesor legal de Luis Fernando Camacho lo convirtió, “por aporte”, en el ministro más cercano a Áñez, informó el periódico Página Siete.

Camacho también colocó a Mario Renato Nava Morales como presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).

Poco antes de llegar a ese cargo, Nava se desempeñaba como subgerente Corporativo Tributario del Grupo Empresarial de Inversiones Nacional Vida SA, de propiedad de la familia de Luis Fernando Camacho.

Según el actual presidente de Impuestos, Mario Cazón, la persona designada por Camacho, perdonó deudas a empresas muy importantes. “Declararon prescritas algunas deudas tributarias de empresas muy importantes que, en verdad, no correspondía. Se perdonó impuestos, pero de manera ilegal e incorrecta y hoy hay procesos penales”, aseguró.

“Quien entró de Presidente, en reemplazo de mi persona, fue este señor Mario Nava que ha sido pues el gerente financiero y el gerente prácticamente tributarista de la empresa de Nacional Seguros que es de propiedad de Luis Fernando Camacho", dijo Cazón al periódico La Razón.

Además de ellos, Camacho participó en el gobierno de Áñez a través de su guardaespaldas, Alejandro Áñez Cirbian, quien fue posesionado como asesor de Gerencia de Entel, informó el periódico Página Siete.

Otro actor político que busca distanciarse de Murillo es Jorge Tuto Quiroga quien mediante su cuenta de Twitter señaló que "Todos los integrantes de esta pandilla deberán cumplir las condenas que les aplique justicia en #EEUU, y después ser enviados a #Bolivia a purgar sus delitos (sic)".

Tuto Quiroga olvida que él fue el gestor e impulsor del régimen de Áñez y de las actuaciones de Murillo.

Quiroga fue quien participó, el 11 y 12 de noviembre de 2019, en las reuniones realizadas en la Universidad Católica Boliviana (UCB) donde políticos, jerarquía católica y embajadores extranjeros definieron que Áñez sea presidenta.

Es más, Tuto Quiroga fue quien llamó por teléfono a Áñez e hizo el contacto con los asistentes a la cita. También fue él quien, entonces, impartióórdenes a las Fuerzas Armadas.

Otro actor político que impulsó el gobierno de Áñez y, como consecuencia, el accionar de Murillo, fue Carlos Mesa.Él tuiteó el 26 de mayo que "La detención del ex Ministro Murillo en EEUU, por graves hechos de corrupción, nos indigna porque daña la imagen del país y evidencia la vergonzosa degradación de quienes debían servir al pueblo. Exigimos una investigación imparcial en Bolivia para llegar al fondo de este caso".

En este caso, Mesa olvida que fue él quien llamó al desconocimiento de los resultados de las elecciones de 2019, que derivó en revueltas populares con incendios de edificios públicos y ataques a mujeres de pollera y hombres de abarcas. Estas acciones de violencia fueron la antesala para el golpe de Estado.

Además, fue Mesa uno de los participantes de las reuniones realizadas en la UCB que decidieron que Áñez sea presidenta.  

Otro protagonista muy cercano a Arturo Murillo es Samuel Doria Medina quien escribió en su cuenta de Twitter: "Una lucha sana y popular se convirtió en el trampolín de unos corruptos (…). La oposición necesita autocrítica e ideas para llegar al poder sin echarse a perder.

Doria Medina no menciona que Arturo Murillo fue el portavoz de su agrupación política (Unidad Nacional) ni que fue su representante en el Legislativo o que es su amigo cercano.

Por si fuera poco, Doria Medina fue el candidato vicepresidencial de Jeanine Áñez, en cuyo gobierno operaba Murillo.

Por otra parte, la caída del exministro golpista sepultó el discurso de la derecha que intentó posicionar la idea de "persecución" política para mantener la impunidad de sus actos durante el régimen de Áñez.

"Los opositores a los movimientos sociales y a la Revolución Democrática y Cultural se quedaron sin discurso. En #Bolivia, no hay persecución política sino búsqueda para establecer la verdad y lograr justicia. Los golpistas saben que hicieron mucho daño a Bolivia", escribió al respecto el expresidente Evo Morales.

Además de ello, la detención de Murillo "contribuye a desmitificar el argumento ideológico de este movimiento ultraconservador. Gran parte de esos argumentos se movieron en torno a una ideología moralizante, contra la corrupción de Evo Morales", dijo el investigador social Lorgio Orellana a la agencia Sputnik.

Consideró que, de aquí en adelante, la oposición enfrentará"un proceso de mayor fragmentación. Son distintos actores que actuaron coordinadamente y juntos durante los primeros meses de Áñez. Claramente, Camacho y (Luis Fernando) López cogobernaron este país. Pienso que lo de Murillo es la punta del iceberg. Es decir: si uno hurgara más, saldrían muchas más cosas", indicó el analista en el reporte citado por el semanario La Época.


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