Dora Calle tuvo que pasar los días más dolorosos de su vida, cuando por tratar de salvar a sus hermanos uno de 15 y el otro de 20 años, respectivamente, que habían sido detenidos por vecinos en ciudad Satélite, fue también detenida por efectivos policiales quienes la acusaron de haber participado en la quema de unidades policiales, sin prueba alguna.
“Nos hicieron formar a todos, a mí me ponen con la mano en la nuca de ahí me empiezan a golpear, tenía que estar vista al piso, me daban cortes en el estómago, en la espalda con la mano en la nuca, ya no podía, quería desmayarme, pero al ver a mis hermanitos cómo les estaban pegando yo quería protegerles, pero no he podido defender a mis hermanos”, relató en entrevista con el programa Somos Democracia, una alianza de medios estatales.
Junto con sus hermanos fue trasladada a dependencias de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen (FELCC) de la ciudad de La Paz, donde el calvario de golpes continuó. “Ahí me han seguido golpeando de los tobillos, me daban rodillazos del estómago, yo en ese momento estaba embarazada no podía hablar por temor porque nos estaban golpeando”, comentó entre lágrimas.
Recordó que tenía el rostro hinchado de tantos golpes y que en esos días no se les proporcionó agua ni alimento, al contrario, eran víctimas de más agresiones y de insultos racistas y discriminadores.
“Me han golpeado y manoseado, me decían que me aliste porque me iban a violar”, dijo.
A mis hermanos por ser de Senkata les decían masistas, “¿dónde está tu papito Evo?, grita pues ahora ‘guerra civil’ nos decían”, testimonió.
Dora ahora pide justicia además de una indemnización, con su caso paralizado, un bebé enfermo y el trauma que dejó huella en ella y sus hermanos.
