Víctima de Cofadena: "No podíamos volver a nuestras casas porque decidieron quemarlas"

Con el dolor latente por todo lo acontecido en el barrio Cofadena en 2019, Máximo Flores relata la forma en que luego de ser acorralados por más de 21 días, las más de 870 familias que habitan este sector, fueron atacadas por seguidores de los cívicos cruceños encabezados por Fernando Camacho. 

"El 30 había un anuncio de la televisión que decía que cívicos están yendo a Cofadena a destruir y quemar casas, y aquí, nosotros esperando con lo que tengamos, algunos con unos palitos y llega la Policía y nos gasifica todavía, y aun nosotros seguíamos acá para hacer respetar nuestra vivienda que cada uno se ha hecho con gran sacrificio", contó.

Nuestro único delito fue pedir en un cabildo que nos dieran libertad para salir del barrio, para hacer compras, (para ir) al campo a trabajar, estábamos encerrados sin libertad de hacer nada, recordó Máximo.

La noche del ataque de los cívicos, los habitantes del lugar, por salvar sus vidas decidieron escapar a los cañaverales para pasar la noche, mientras veían cómo los grupos violentos ingresaban a su barrio a destruir, quemar y golpear a todo al que encontraban, había una consigna de acabar con "los collas masistas".

"22.00, rodeados con toda la gente, lo único que les decía: ‘no podemos volver a nuestras casas porque decidieron quemarlas’. Hemos decidido a las 23.00 salir a los cañaverales, hemos ido a dormir ahí, a los más delicados los he enviado al Ejercito, ahí han dormido. Nadie vino acá, ninguna autoridad para ver qué pasa, el dolor continúa hasta ahora", testimonió Máximo.

No hubo medio de comunicación que reflejara lo acontecido en ese barrio de Montero, Santa Cruz. Por más de que se los llamaba, nunca aparecieron, guardando un silencio cómplice de la atrocidad que vivieron las familias de Cofadena a manos de los cívicos comandados por Camacho.

Sin embargo, las cosas no quedaron ahí, luego vinieron otros seis largos meses de constante amedrentamiento, de compartir una olla común, durante el régimen golpista de Jeanine Áñez.

"Mi familia me dice: ‘vámonos a otro lado’, pero por el cariño de la gente no hay cómo dejarlos. Durante seis meses estuvimos en olla común, hemos traído víveres en nuestra sede, un periodista parece que era del Brasil y que lo perseguían, el vio cómo orábamos para que no falte alimento, no había libertad para salir todo este tiempo", continuó su relato Máximo.

Con el testimonio por primera vez hecho público mediante la entrevista en el programa Somos Democracia, una alianza de medios estatales, las familias del barrio Cofadena piden que organismos nacionales e internacionales de derechos humanos hagan algo para que encuentren justicia.


© CopyRight — Agencia Boliviana de Información 2025 ABI