Después de un año y cuatro meses, Bertha Taco Quispe, que vive en Ovejuyo, La Paz, reveló detalles de la muerte de su hijo Juan Martínez, quien en 2019 salió al colegio y murió asesinado de un balazo en la cabeza. “Yo quiero justicia, tienen que pagar los culpables”, dijo la madre, quien culpa a las fuerzas de represión que actuaron en el golpe de Estado.
Taco Quispe fue entrevistada este lunes en el programa “Somos Democracia”, difundido por Bolivia Tv, mediante una alianza de los medios estatales. Allí relató el calvario que sufrió para rescatar a su hijo agonizante, los atropellos de los policías, médicos y la impunidad que aún existe sobre las víctimas del régimen presidido por Jeanine Áñez.
“El lunes en la mañana, estaba tomando tecito con mi hijo, después ha tomado un fresquito y salió a ver al colegio. Mi hijo estaba estudiando y me dijo ‘iré no más, por ahí dan examen’. Con su hermano mayor han bajado. Después de una hora y media me llamaron y me dijeron ‘a tu hijo han disparado’. Yo bajé buscando a mi hijo”, relató la madre sin poder contener sus lágrimas.
“Llegué y unos policías estaban enfrentándose y yo ya no tenía miedo de nada, yo quería que a mí más me maten, y me acerqué a los policías, me he arrodillado y uno de ellos dijo ‘agárrenle a esa vieja, a esa india. ¿Por qué está caminando?’, me dijo un policía. Entonces una policía mujer me ha botado”, relató.
“En la zona de Rosales mi hijo ya estaba vendado, estaba cerca de una puerta. Ni siquiera en una camilla había estado y yo me acerqué y dije ‘¿qué ha pasado hijo’, y me ha dicho ‘a la cancha hemos bajado mami, ahí de repente los policías han aparecido y han disparado’. Mi hijo mayor ha visto cómo han disparado. En puente Rosales me lo han matado”, manifestó.
“Una bandera blanca me he agarrado y he dicho: ‘tengo que salvar a mi hijo, aunque a mí más que me maten’. Y vinieron personas con cascos blancos con palos grandes y ellos querían detenernos a nosotros, a mi hijo mayor más y me he rogado diciendo ‘por favor, quiero salvar a mi hijo, ayúdenme a llevar al hospital’. Me he rogado, he suplicado. Esas personas hablaban como cambas, clarito era”, acotó Bertha Taco.
Ella contó que logró trasladar a su hijo moribundo a un hospital, pero explicó que su hijo mayor tuvo que quedarse en el lugar donde después “grave le habían masacrado”.
Al llegar al hospital, los médicos le dieron falsas esperanzas de que su hijo viviría, pero luego le indicaron que “se había ido”. No solo eso, le dijeron “ahora grita a tu papito Evo”.
Según relató, un policía incluso acusó a ella y sus hijos de ser “maleantes. Ustedes son pagados”.
“Por todo ello pido justicia, tienen que pagar. Que no salgan de la cárcel”, dijo la madre de familia en medio de lágrimas.
En el programa de televisión también dio su testimonio Nancy Jamachi Mamani, familiar de Edwin Jamachi, asesinado en Senkata, en 2019.
“La muerte de mi primo es una pérdida dolorosa, él tiene tres hijos, ha dejado huérfanos. Él tenía 38 años”, relató.
“Esos días nos decían que no salgamos de la casa porque estaban matando, disparando a quemarropa. Al día siguiente he ido a encontrar el cuerpo, lo hemos llevado a Senkata donde estaban haciendo la autopsia. Yo ingresé ahí, era terrible, eso nunca lo vamos a olvidar”, recordó Jamachi, quien dijo que se debe aplicar la justicia para establecer responsabilidades por las masacres.







