Tras caminar alrededor de nueve horas, pese al cansancio, los dolores musculares, las ampollas en los pies y el intenso sol, los familiares y las víctimas de las masacres de Senkata, Pedregal y Sacaba lograron llegar hasta el municipio de Patacamaya, lugar donde descansarán hasta el viernes para retomar su marcha hacia la ciudad de La Paz en búsqueda de justicia.
“Tenemos cansancio muscular, pero estamos aún firmes, no vamos a rendirnos, vamos a llegar a la ciudad de El Alto y a la ciudad de La Paz (…). Esta marcha es por justicia, es para las víctimas, ya que en esta marcha las víctimas, los heridos, familiares de los fallecidos, los perseguidos estamos luchando por justicia y vamos a ir hasta las últimas consecuencias”, expresó Marisol Rodríguez, una de las representantes de las víctimas de Senkata, en declaraciones difundidas por Bolivia Tv.
¡Senkata, Sacaba nunca de rodillas! ¡Fuerza, fuerza, fuerza, fuerza compañeros que la lucha es dura, pero venceremos! son algunos de los estribillos que los marchitas gritaban al ingresar a Patacamaya.
Pese al largo trayecto de caminata, se mantienen firmes en su decisión de continuar con la marcha y llegar hasta la Sede de Gobierno. Los ungüentos y el acullico de coca son sus aliados para continuar con su propósito.
Este jueves se cumple el tercer día de marcha desde que partieron de Caracollo (Oruro) en búsqueda de justicia por las muertes y los hechos luctuosos de los que fueron víctimas durante el gobierno de facto de Jeanine Áñez.
En agosto, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia) presentó los resultados de las investigaciones sobre hechos de violencia ocurridos tras el golpe de Estado y concluyó que el 15 de noviembre de 2019 en Sacaba, Cochabamba, y el 19 de noviembre de ese año en Senkata, El Alto, existió vulneración a los derechos humanos, masacres con armas letales utilizadas por las fuerzas de seguridad y ejecuciones sumarias.







