(Foto: Cortesía APDH)
Tras recorrer aproximadamente 20 kilómetros, desde Caracollo, Oruro, rumbo a La Paz, familiares y víctimas de las masacres de 2019 llegaron a la población de Vila Vila y ahora se dirigen a Panduro, donde descansarán para retomar mañana la movilización en demanda de justicia.
Entre los marchistas, está Natividad, una mujer de la tercera edad, quien decidió sumarse a la movilización porque exige que los autores de los hechos de violencia de 2019 sean detenidos, procesados y sancionados por la justicia.
“Queremos justicia. Quiero que detengan a (Arturo) Murillo, (Luis Fernando) Camacho y Carlos Mesa; felices están caminando, a ellos quiero que (los) detengan”, dijo.
En contacto con Bolivia TV, recordó que su hijo de 25 años fue víctima de la represión en 2019 al recibir un impacto de bala en la planta del pie durante los conflictos.
“Han baleado a mi hijo (…) Hasta ahora, está mal, no está sano”, relató entre lágrimas.
Martha Vargas recordó que en noviembre de 2019 transitaba por la Ceja de la ciudad de El Alto, donde su hija cayó herida por un impacto de bala y quedó con secuelas que no le permiten caminar largos trayectos.
“Estábamos pasando por ahí (puente distribuidor de la Ceja), mi hija apareció baleada, (…) ya está mal de por vida, ya no resiste cuando camina”, lamentó.
Más de un centenar de personas continuarán el miércoles con su marcha hasta llegar a La Paz con el objetivo de exigir justicia por los hechos del gobierno de facto de Jeanine Áñez.
