Del 20 al 24 de septiembre, un equipo de expertos y expertas de la Secretaría de la Convención Ramsar visitará los lagos Uru Uru y Poopó, ubicados en la parte central-este del altiplano boliviano, para realizar un análisis técnico de su degradación, con miras a realizar un informe con recomendaciones concretas al Estado boliviano para la recuperación de los ecosistemas.
“Reconocemos la voluntad política de autoridades nacionales para obtener apoyo internacional ante la crisis ambiental por la que atraviesan los lagos, de cuya preservación dependen los modos de vida y medios de subsistencia de poblaciones campesinas e indígenas”, dijo la abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), Claudia Velarde, citada en un boletín institucional.
La coordinadora del Colectivo Casa, Ángela Cuenca, dijo que organizaciones ambientales, las comunidades y la población en general están pendientes a la visita de la Misión Ramsar.
“Consideramos que debe tomarse en cuenta la situación actual del ecosistema, pero también los factores que siguen influyendo en su degradación porque mientras no se adopten estrategias para combatir el cambio climático, no se ponga un alto a la contaminación minera y no se garantice la cantidad de agua necesaria para todo el sistema endorreico Titicaca, Desaguadero, Poopó, Salar de Coipasa (TDPS), la situación crítica de nuestros lagos Uru Uru y Poopó no podrá ser revertida”, señaló en conferencia de prensa realizada en la plaza 10 de Febrero en la ciudad de Oruro.
En julio de 2019, en el marco de la campaña “Lago Poopó es vida”, comunidades locales y organizaciones ambientales, sociales y de mujeres, enviaron a la Secretaría de Ramsar información sobre el estado de los lagos y solicitaron asistencia técnica para evaluar su situación. El Gobierno boliviano también hizo la solicitud formal para viabilizar la visita.
“Las misiones de asesoramiento Ramsar son una herramienta eficaz para tener consejo especializado e independiente orientado a la preservación de los humedales”, agregó Cuenca.
El lago Poopó que es el segundo lago más grande de Bolivia; en 2002, para preservar su biodiversidad, que incluye aves endémicas, migratorias y la mayor cantidad de flamencos en Sudamérica, fue declarado Humedal de Importancia Internacional, junto con el lago Uru Uru, bajo la Convención Ramsar, un tratado intergubernamental para la protección de esos entornos naturales.
Por su parte Limbert Sánchez, del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), manifestó que “los lagos Uru Uru y Poopó garantizan la recarga hídrica de pozos y fuentes de agua, regulan el clima, son hábitat para la avifauna, permiten la seguridad y soberanía alimentaria de las poblaciones aledañas y son el cobijo de culturas milenarias”.
“En diciembre de 2015 los niveles de agua del lago Poopó se redujeron por completo, una de las mayores catástrofes ambientales del país. Actualmente, lo que queda del espejo de agua es prácticamente mínimo en comparación con los registros históricos”, ratificó Yasin Peredo, del Centro de Comunicación y Desarrollo Andino (Cenda).







