La política económica y la planificación nacional son atribuciones privativas del nivel central del Estado. Así lo establece la Constitución. Con ese fin, la articulación de los niveles nacional, sectorial, territorial e institucional para el corto, mediano y largo plazo es una de las tareas primordiales del Gobierno para el desarrollo económico y social rumbo al 2025, el año de Bicentenario.
Bolivia cuenta, desde el 9 de noviembre de 2021, con la Ley 1407 del Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021 - 2025 “Reconstruyendo la economía para vivir bien, hacia la industrialización con sustitución de importaciones”.
El PDES es parte del Plan General de Desarrollo (PGDES) del Estado Plurinacional de Bolivia que se traduce en uno de los documentos socializados hace seis años y que tiene una vigencia de una década, la “Agenda Patriótica del Bicentenario 2025”, reconocida mediante Ley 650 del 19 de enero de 2015.
El PDES
El PDES 2021 - 2025 se desprende de la Ley N° 777 del Sistema de Planificación del Estado (SPIE), es decir, el conjunto organizado y articulado de normas, subsistemas, procesos, metodologías, mecanismos y procedimientos para la planificación integral del Estado en el marco del Vivir Bien a largo, mediano y corto plazo.
Entonces, el PDES es un instrumento que canaliza la visión política del Plan General de Desarrollo Económico y Social materializada en la planificación de mediano plazo.
El analista económico Mike Gemio destaca la importancia del Plan de Desarrollo Económico y Social porque se constituye en el marco estratégico del Gobierno de la Revolución Democrática Cultural rumbo al Bicentenario sobre la base de la Agenda Patriótica 2025, el Programa de Gobierno 2021- 2025 y las nueve cumbres para la reconstrucción económica y productiva realizadas en 2021.
“Es básicamente un documento que concentra líneas maestras en lo que tiene que ver con política económica, política social, política monetaria, en algún momento; además, define el dimensionamiento de la inversión del Estado, en qué va a invertir, cuánto va a invertir, porqué lo va a invertir. Es un documento fundamentalísimo y más para el caso boliviano, porque nuestro PDES tiene un enlace directo con lo que es el esquema presupuestario y programático de nuestro país”, aseguró.
El PDES cuenta con un enfoque político en el marco del desarrollo integral del Vivir Bien como el horizonte del Estado plurinacional. Tiene un diagnóstico que consiste en un resumen comparativo de los avances logrados en el país en los últimos años, estado de situación, problemas y desafíos futuros.
Incluye la planificación que identifica las metas, resultados y acciones para avanzar en el mediano plazo. Toma en cuenta el escenario macroeconómico futuro, para lo cual hace una descripción de la situación del país en el próximo quinquenio con la implementación del plan y cuenta con un presupuesto para el mismo periodo.
No es la primera vez que se aplica en el país. Existen experiencias anteriores como el Plan Nacional de Desarrollo: Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien 2006 - 2011 y, el más reciente, el Plan de Desarrollo Económico y Social en el marco del Desarrollo Integral para Vivir Bien 2016 - 2020.
El programa de Gobierno 2010 - 2015, la Agenda Patriótica 2025 de 2015 y la Ley del Sistema de Planificación Integral del Estado del 21 de enero de 2016 son también parte de la evolución y estructura del sistema de planificación integral del Estado.
10 ejes y 13 pilares para el desarrollo económico y social
Para el Bicentenario, el PDES 2021- 2025 propone 10 ejes de acción: 1. Reconstruyendo la Economía, Retomando la Estabilidad Macroeconómica y Social; 2. Industrialización con Sustitución de Importaciones; 3. Seguridad Alimentaria con Soberanía, Promoción de Exportaciones con Valor Agregado y Desarrollo Turístico; 4. Profundización del Proceso de Industrialización de los Recursos Naturales; 5. Educación, Investigación, Ciencia y Tecnología para el Fortalecimiento y Desarrollo de Capacidades y Potencialidades Productivas; 6. Salud y Deportes para Proteger la Vida con Cuidado Integral en Tiempos de Pandemia; 7. Reforma Judicial, Gestión Pública Digitalizada y Transparente; Seguridad y Defensa Integral con Soberanía Nacional; 8. Medio Ambiente Sustentable y Equilibrado en Armonía con la Madre Tierra; 9. Integración y Relaciones Internacionales con Soberanía; 10. Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, para la Revolución Democrática Cultural.
Los 10 puntos se desprenden, al igual que el PDES 2016 - 2020, de la Agenda Patriótica 2025, que establece 13 pilares: 1.Erradicación de la extrema pobreza; 2. Socialización y universalización de los servicios básicos con soberanía para Vivir Bien; 3. Salud, educación y deporte para la formación de un ser humano integral; 4. Soberanía científica y tecnológica con identidad propia; 5. Soberanía comunitaria financiera, sin servilismo al capitalismo financiero; 6. Soberanía productiva con diversificación y desarrollo integral, sin la dictadura del mercado capitalista; 7. Soberanía sobre nuestros recursos naturales con nacionalización, industrialización y comercialización, en armonía y equilibrio con la Madre Tierra; 8. Soberanía alimentaria a través de la construcción del saber alimentarse para Vivir Bien; 9. Soberanía ambiental con desarrollo integral, respetando los derechos de la Madre Tierra; 10. Integración complementaria de los pueblos con soberanía; 11. Soberanía y transparencia en la gestión pública bajo los principios del no robar, no mentir y no ser flojo; 12. Disfrute y felicidad plena de nuestras fiestas, de nuestra música, nuestros ríos, nuestra Amazonia, nuestras montañas, nuestros nevados, nuestro aire limpio y de nuestros sueños; 13. Reencuentro soberano con nuestra alegría, felicidad, prosperidad y nuestro mar.
El analista Gemio considera que el PDES 2021 - 2025 da continuidad a lo establecido en el Plan de Desarrollo Económico y Social en el marco del Desarrollo Integral para Vivir Bien 2016 . 2020.
“Este PDES es como yo diría el PDES II, porque ambos PDES están en el marco de la Agenda Patriótica, que es el primer documento de planificación que se generó en Bolivia con vida útil de más de cinco años. Entonces, han sido líneas fundamentalísimas (13 pilares) para que dos planes de desarrollo en nuestro país puedan tener lineamientos mucho más grandes”, indicó.
El programa de inversiones para alcanzar las metas, resultados, acciones concretas del PDES 2021 - 2025 es de $us 33.197 millones hasta el Bicentenario, de los cuales el 53% está destinado al sector productivo.
La inversión será destinada a la reconstrucción de la economía nacional. El fin es lograr un avance significativo hacia una estrategia de industrialización con sustitución de importaciones, acompañado de una política en materia de seguridad alimentaria con soberanía.
Se busca incrementar los niveles de productividad del sector agropecuario, enfocado al abastecimiento del mercado interno y generando excedentes para la exportación con valor agregado.
Se prevé que los lineamientos de política económica y social establecidos permitirán un crecimiento promedio del PIB de 5,1%, una reducción de la pobreza moderada del 39% al 19%, disminución de la pobreza extrema del 13,7% al 5,3% y la reducción de la desigualdad de ingresos del 0,45% a 0,42% hasta el 2025.
En ese marco, la Ley 1407 determina su aplicación y ejecución obligatoria para el Órgano Legislativo, Órgano Ejecutivo y sus empresas públicas, Órgano Judicial, Órgano Electoral Plurinacional, Tribunal Constitucional Plurinacional, instituciones de control, defensa de la sociedad y del Estado, entidades territoriales autónomas y universidades públicas.
PDES 2021 - 2025 participativo e histórico
Los analistas económicos, Mike Gemio y Abraham Pérez, coinciden que el PDES 2021 - 2025 fue elaborado de manera participativa; es decir, que su contenido toma en cuenta las demandas del pueblo boliviano, “bajo el paraguas” de la Agenda Patriótica 2025.
Las diferentes demandas –destacaron los expertos– fueron recogidas en las cumbres para la “Reconstrucción Económica y Productiva de Bolivia” que se llevaron a cabo en los nueve departamentos del país entre agosto y octubre de este año.
Gemio sostuvo que, a diferencia de los anteriores planes, el PDES 2021 - 2025 es participativo porque en éste están descritas las diferentes demandas y propuestas de los trabajadores de los distintos sectores sociales.
“Este último ejercicio de construcción de un Plan de Desarrollo yo creo que va a marcar la historia en Bolivia porque es el único hasta ahora que ha tenido nueve cumbres departamentales, que han ido a recoger la demanda, han ido a charlar con la gente, con las regiones”, resaltó.
Por su parte, Pérez señaló que las demandas recogidas en esas cumbres departamentales significan un importante “avance en el proceso de planificación participativa”, que implica que las decisiones, ideas y propuestas se las toma “desde abajo, desde los sectores que conocen las necesidades de su región.
“Por ejemplo, en la cumbre de Oruro, se planteó la necesidad de tener un horno de fundición de zinc (…). Seguramente, han fundamentado las razones por la cuales necesitan y entiendo que en el plan está la posibilidad de que haya esta inversión”, comentó.
En ese contexto, el analista Gemio recordó que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2006 - 2011, que empezó el Gobierno del expresidente Evo Morales, si bien fue elaborado con “baja” participación, arrojó resultados positivos, como el crecimiento económico, el cierre de brechas sociales, equidad e indicadores macroeconómicos y macrosociales que “cambiaron al país”.
Luego de ese PND, con la creación de la Agenda Patriótica 2025, viene el primer PEDES, “de pronto, más participativo” porque congrega a todas las instancias de planificación del Estado; es decir directores, jefes operativos, entre otros, para definir las metas y los indicadores que se quiere lograr.
“Tenías el eje articulador de largo plazo, que era la Agenda Patriótica; entonces, ahí ya seguramente con el tiempo y de pronto había mucha premura, había que sacar un plan nacional y claro, salió el documento y funcionó desde el 2015 hasta el 2020 y otra vez los resultados no se han dejado esperar. Hemos tenido buenas tasas de crecimiento, hemos reducido el tema del desempleo”, acotó.
Desafíos rumbo al Bicentenario
Para Gemio, los desafíos ambiciosos del PDES 2021 - 2025 son reducir la pobreza e invertir los $us 33.000 millones en “proyectos de carácter estratégico, que generen una suerte de agente dinamizador muy poderoso en las regiones”, como los municipios.
El desafío de reducir la pobreza necesita de una política social “muy robusta”. Este es un tema “complejo”, pero es una meta “bastante ambiciosa”, que, si se logra, seguramente, Bolivia ensanchará su clase media, puntualizó.
“A partir de eso, seguramente, los resultados se dejan ver, la sociedad crece más. Más clase media significa, más consumo, más demanda y eso dinamiza mucho la economía”, aseveró el experto.
Agregó que los $us 33.000 millones de inversión, si bien es un monto menor al que se había planteado con el primer PDES, sigue siendo una suma “grande”, que debe ser invertida primero en proyectos de carácter estratégico.
En ese marco, Gemio apuntó que la meta es salir de los problemas, que puso el gobierno de facto de Jeanine Áñez y la pandemia del COVID-19, en cuatro años de gestión de Luis Arce. El camino por recorrer es largo, pero lo importante es que los bolivianos aúnen esfuerzos.
“El PDES va a ser un documento articulador y documento de orden macro, pero que al final del día viene a trasladar todo este aparataje de indicadores metas (y) objetivos. Trata de sintetizarse en la mejora de calidad de vida la gente en nuestro país”, apuntó.
Por su parte, el analista Pérez agregó que tomando en cuenta que el PDES 2021 - 2025, plantea la reconstrucción de la economía y la Industrialización con sustitución de importaciones, ya que en Bolivia existe “casi todo” para ponerle valor agregado.
Es el caso de los recursos naturales como el gas y el litio que actualmente son industrializados; el primero, en urea; y el segundo, en cloruro de potasio, carbonato de litio y baterías, no sólo son para cubrir la demanda interna, sino también las exportaciones.
“Básicamente, el plan está en esta lógica, de un modelo de sustitución de importaciones que, si se consolida, vamos a estar en la capacidad de autoabastecernos con los productos que son necesarios”, resaltó.
De acuerdo con el analista, la sustitución de importaciones es fundamental, por ejemplo, en una pandemia, en la que se siente carencias de medicamentos y otros productos insumos de alta demanda.
Se sustenta en la CPE y la Ley de Autonomías
De acuerdo con el viceministro de Planificación, Carlos Guachalla, el PDES 2021 - 2025, se sustenta en la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley Marco de Autonomías “Andrés Ibáñez”.
“El presupuesto quinquenal que prevé ese plan hasta el 2025, no tocará en lo más mínimo los presupuestos de gobernaciones, alcaldías o universidades”, dijo la autoridad, el miércoles en una entrevista con la ABI.
El director de la Federación de Asociaciones Municipales (FAM) Bolivia, Rodrigo Puerta, coincidió que el PDES 2021 - 2025 no afecta las autonomías subnacionales, porque su marco jurídico es el mismo que se empleó en una estrategia similar aprobada hace cinco años.
Por su parte, los alcaldes de El Alto y Trinidad, Eva Copa y Cristhian Cámara, respectivamente, ratificaron que este PDES no afecta las autonomías, sino más bien busca coordinar esfuerzos con los gobiernos subnacionales.
“Nosotros estamos convencidos de que este plan no toca la autonomía municipal y territorial, y eso es muy importante para cumplir con la normativa y enmarcarnos a los 10 ejes que contempla el Plan de Desarrollo Económico y Social”, resaltó Copa.
En tanto, Cámara destacó que el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021 - 2025 busca reactivar la economía nacional, impulsar la industrialización y disminuir las importaciones, después de una crisis económica global causada por la pandemia del COVID-19.
A todo ello se suma la afirmación del secretario ejecutivo de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), Max Mendoza, quien mencionó que, tras un análisis y revisión al plan, no se encontró ningún punto o artículo que atente o vulnere la autonomía universitaria.