Eddy Mamani recibió un impacto de bala en una de las piernas la tarde del 19 de noviembre de 2019, en la avenida Achocalla del Distrito 1 de El Alto. Ese momento, ya se conocían las noticias de los muertos en la zona de Senkata del Distrito 8, al otro extremo de la urbe.
“Ese día, 19 de noviembre, había dos helicópteros que sobrevolaban y escuchaba que en Senkata había muertos. Salí por curiosidad, con la Wiphala. No pensaba que nos iban a disparar”, cuenta en entrevista con el programa Somos Democracia, una alianza de medios estatales.
Sucedió en el régimen de Jeanine Áñez. El Decreto Supremo 4078 del 14 de noviembre de 2019 permitió la participación de las Fuerzas Armadas en apoyo a la Policía Boliviana para reprimir protestas que cuestionaban a los gobernantes de entonces. La norma establecía que los militares estaban exentos de responsabilidad penal pese al uso de armas de guerra.
“Me llegó una bala perdida. Caí al piso, me auxiliaron los vecinos y estaba echado 15 minutos en el piso. Los policías nos seguían disparando como a animales. Lo que más usaban era bala y balín”, relata.
Fue trasladado en una carretilla hasta un centro de salud cercano, donde lo atendieron; sin embargo, las secuelas del impacto de bala provocaron daños en la pierna a tal punto que provocó gangrena, necesitaba atención especializada.
Días después, fue a varios hospitales donde no recibió la atención necesaria. Se endeudó y perdió a su familia que ya no pudo apoyarlo con los gastos económicos para su recuperación. Salvó la pierna lastimada y ahora reclama justicia. Durante su recuperación, fue perseguido por la Policía. “Yo pido justicia. Que entren (a la cárcel) los que firmaron el Decreto”, indicó.