Santa Cruz, 20 de octubre de 2022.- Un hombre de 37 años, se debate entre la vida y la muerte por padecer virus símico y múltiples enfermedades de base. Autoridades del Servicio Departamental de Salud (Sedes), de la Gobernación de Santa Cruz, se niegan a socorrerlo y trasladarlo a un hospital de tercer nivel.
La viceministra de Epidemiología, María Renee Castro, indignada denunció que el 10 de febrero el paciente ingreso de emergencia al Centro de Salud Tatú y, dada la gravedad de su estado, fue remitido a un hospital de segundo nivel en el Plan Tres Mil; al empeorar y ya con grave riesgo de perder la vida fue transferido a un hospital de tercer nivel, pero allí rechazaron su atención.
“Necesita que salvemos su vida”, exclamó. “Estuvo aislado seis días y hasta ahora no se le refiere al tercer nivel; está luchando por su vida”.
Castro recordó que es responsabilidad de la Gobernación, mediante el Sedes, la aplicación del Seguro Único de Salud (SUS) y la protección de los ciudadanos que acudan a estos servicios, con mayor obligación si se trata del virus símico o de otras enfermedades pandémicas.
Explicó que realizó infructuosas gestiones, pero por respuesta recibió argumentos como que dicho hospital no tiene capacidad para ese tipo de emergencias médicas, o que tal médico no toma decisiones.
Recordó que la emergencia sanitaria ni las alertas epidemiológicas han sido levantadas, precisamente por la aparición de la viruela símica; y que si bien la pandemia del Covid-19 disminuyó drásticamente, no hay saturación de emergencias.
“No podemos bajar los brazos”, dijo. El cuadro médico podría empeorar no solamente por la negligencia en la atención de emergencia a pacientes como el hombre que se debate entre la vida y la muerte, sino por el paro de labores anunciado por el Colegio Médico de Bolivia.
Además de la huelga anunciada por los médicos colegiados, que tiene incidencia en los hospitales, clínicas y cajas de salud, empeorará si se concreta el paro indefinido desde este sábado, anunciado por el gobernador de Santa Cruz y el Comité Cívico pro Santa Cruz, además de grupos violentos como la Unión Juvenil Cruceñista.
Nfm/Afbs
