La Paz, 02 julio de 2022 (ABI).- Más de 30 operadores de servicios y guías turísticos de aventura que operan con actividades de biking, trekking y zipline en el Camino de la muerte, antiguo camino a Yungas, departamento de La Paz, se capacitaron este sábado en gestión de riesgos en un taller organizado por el Viceministerio de Turismo.
La viceministra de Turismo, Eliana Ampuero, destacó la importancia de trabajar de manera directa con este sector, recogiendo sus experiencias y abordando temáticas de importancia como es la gestión de riesgos.
“El año pasado trabajamos en Uyuni, ahora estamos trabajando en uno de los destinos importantes como es la ruta conocida internacionalmente como el Camino de la muerte. Espero que este taller, esta capacitación, sea de utilidad en beneficio del turismo”, indicó la Viceministra en el cierre del taller.
En el taller, que se llevó a cabo del 28 al 30 junio, se abordaron temáticas de políticas en turismo, de gestión de riesgos, respuesta a crisis y gestión de emergencias, apoyo a víctimas y directrices de trabajo seguro durante la pandemia del COVID-19.
En el encuentro se realizaron prácticas de primeros auxilios a cargo de la Cruz Roja Boliviana.
“Para nosotros como Gobierno central recoger las experiencias, la voz primaria de ustedes es importante para seguir trabajando en conjunto”, dijo la autoridad, tras destacar que el taller es parte de un trabajo realizado en coordinación con la Embajada británica que fue iniciado en 2019.
El Camino de la Muerte
La ruta conocida como el Camino de la muerte es un trayecto que se encuentra entre La Paz y la región de los Yungas, su nombre se debe a que, en los 60 kilómetros de esta carretera, anteriormente se produjeron innumerables accidentes.
Su ubicación es en plena zona montañosa, donde se observa un camino angosto entre montañas y el precipicio de naturaleza con arbustos.
Esta singular ruta llena de curvas se convirtió en un tramo de aventura para turistas nacionales e incluso internacionales que disfrutan de la naturaleza y la adrenalina.
Ciclistas desafían la plataforma irregular y a gran velocidad descienden el camino esquivando obstáculos. Además, en el lugar existen actividades extremas como el “zipline”, para deslizarse por un cable de 500 metros en menos de un minuto.
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