“Necesitamos justicia verdadera, no burocracia”, fue la demanda de Agustin Aladi, un agricultor víctima de la discriminación y una herida de balín en una mano durante la Masacre de Sacaba, registrada durante el golpe de Estado de 2019.
“Yo pido una verdadera sanción para estos que han hecho daño materialmente e intelectualmente”, agregó, en una entrevista con el programa “Somos democracia” de Bolivia TV.
El entrevistado recordó que él fue herido en el puente de Huayllani cuando era parte de una marcha pacífica que se organizó para reclamar por el respeto de los derechos humanos de comunarios y mujeres de pollera del trópico de Cochabamba que llegaron hasta el lugar en la lucha contra el golpe de Estado.
Según Aladi, un contingente policial y militar con el apoyo de tanquetas y helicópteros, enfrentó con gases lacrimógenos a los marchistas que sólo portaban la bandera nacional y la Wiphala.
“Después creo que se acabó sus gases y empezaron a disparar y cuando vi (había) heridos ahí botados, quería llevarlo a uno y ahí justamente me llegó igual (…) Mi mano no paró de sangrar”, aseveró.
Dijo que tuvo que ser atendido en un centro médico, donde vio a decenas de heridos y quedó con un trauma por las imágenes que se registraron en su mente.
El agricultor manifestó que su familia sufrió bastante, en especial sus cuatro hijos, porque pensaban que estaba muerto y lo recibieron con lágrimas, por lo que pidió que no pase “nunca más” lo sucedido durante el golpe de Estado de 2019.







