"Un país como Rusia no puede encontrarse detrás de una cortina de hierro. Por supuesto, podemos tener problemas con varios Estados, pero de una forma u otra, tuvimos problemas con estos Estados antes y sin ello. Pero es simplemente imposible cerrar con una cortina de hierro a un país como Rusia", dijo Peskov a los periodistas, respondiendo a una pregunta sobre cómo evalúa el Kremlin los riesgos de que Rusia esté detrás de una "cortina de hierro".
A mediados de este mes, las hostilidades volvieron a estallar dramáticamente en la línea de separación entre las tropas de Ucrania y las fuerzas de Donetsk y Lugansk, en la peor ola de violencia tras los Acuerdos de Minsk suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015 para una solución política al conflicto.
El 21 de febrero,
Rusia reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk. Las dos territorios se independizaron de Ucrania en mayo de 2014 tras desconocer a las nuevas autoridades que resultaron del golpe de Estado producido en Kiev y desde entonces no cesa el conflicto entre el Gobierno central y los dos territorios.
El presidente ruso, Vladímir Putin, durante una alocución televisada el 24 de febrero por la mañana,
anunció el lanzamiento de "una operación militar especial" en el territorio de Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), ya reconocidas por Rusia como Estados soberanos, solicitaron la ayuda miliar en virtud de los recién firmados tratados de amistad y asistencia recíproca, frente a lo que califican como agresión por parte de Kiev.
Putin afirmó que uno de los objetivos de Rusia es lograr "la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania". También amenazó con llevar al juicio a los autores de "numerosos crímenes sangrientos contra civiles". El mandatario ruso pidió a uniformados y civiles en Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que le amenace o se ponga en su camino.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso
aseguró que los ataques militares no van dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski,
anunció la imposición de la ley marcial en todo el territorio nacional.
Numerosos países ya condenaron la intervención militar de Rusia en Ucrania.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres,
pidió al presidente Putin "en nombre de la humanidad, retirar las tropas a Rusia" y "no permitir que en Europa comience lo que podría ser la peor guerra desde comienzos del siglo".