La Paz, 16 de febrero de 2023 (ABI). – El presidente Luis Arce rindió homenaje este jueves a los héroes bolivianos de la “exitosa Batalla por la Defensa de Villa Montes, Tarija”, que dio inicio al cese de hostilidades de la Guerra del Chaco librada entre Bolivia y Paraguay (1932-1935).
“Recordamos 88 años de la exitosa Batalla por la Defensa de Villa Montes, Tarija, que dio inicio al cese de hostilidades de la Guerra del Chaco. Rendimos homenaje a nuestros héroes que dieron su vida por la Patria y la defensa de nuestros recursos naturales”, rememoró en u mensaje en su cuenta en Twitter.
La Guerra del Chaco se extendió por tres años, desde que bolivianos y paraguayos dispararon las primeras balas en el caserío denominado Masamaclay, en el camino Villamontes a Boyuibe, que en lengua indígena chaqueña significa “lugar donde pelearon dos hermanos”.
Entre noviembre de 1934 y enero de 1935 el avance paraguayo fue frenético, al punto que el 14 de enero, el comandante en jefe del Ejército paraguayo José Félix Estigarribia tomó una banda del río Parapetí, logrando el sueño imposible de tocar el punto más al norte de la aspiración paraguaya sobre el territorio chaqueño.
El combate llegó de manera insospechada a los contrafuertes de la cordillera de los Andes (cordillera del Aguaragüe), donde la ventaja geográfica y el conocimiento del medio fue un factor para destacar la capacidad combativa del soldado boliviano.
Igual que Bolivia al comenzar la guerra, los paraguayos estaban demasiado lejos de sus centros de abastecimiento y tenían serios problemas. A pesar de ello, Estigarribia, tentado por la proximidad de los campos petroleros bolivianos, decidió tomar Villamontes.
Para Bolivia la defensa de Villamontes fue realmente de vida o muerte, no sólo por defender su riqueza petrolífera amenazada, sino por el riesgo potencial que se cernía sobre dos centros urbanos importantes: Tarija y Santa Cruz.
El coronel Bernardino Bilbao Rioja fue encargado de organizar la defensa. Bolivia levantó prácticamente un nuevo ejército (el tercero a lo largo de la guerra); casi 30.000 hombres defendieron la plaza con artillería pesada y pertrechos bélicos nuevos. Se construyeron trincheras por kilómetros y se organizó una notable red de comunicaciones internas. Bilbao era un militar de primer nivel y lo demostró en su celo organizativo. Paraguay puso 15.000 hombres al frente.
El ataque a Villamontes comenzó el 16 de febrero de 1935. Era un intento suicida, la superioridad numérica boliviana, más aún en posición defensiva era abrumadora. Fue una semana infernal, a pesar de haber logrado abrir dos o tres brechas, los paraguayos caían por cientos en sus ataques de oleadas sucesivas, barridos por la artillería y las ametralladoras bolivianas, dan cuenta historiadores.
El 23 de febrero, después de haber dejado miles de hombres muertos en el campo, Estigarribia se dio cuenta de que la ofensiva fracasó y que fue derrotado en Villamontes.
Bolivia realizó entonces operaciones tímidas de contraofensiva, mientras el agotado ejército paraguayo emprendía una retirada que implicó la cesión del Parapetí. En mayo de 1935, los paraguayos se replegaron hacia el sur, casi 150 kilómetros.
En junio de 2022, durante los actos conmemorativos del 87 aniversario del cese de hostilidades de la Guerra del Chaco (1932 – 1935), realizado en la Plaza Cívica Mariscal Bernardino Bilbao Rioja, de la Ciudad Benemérita de Villa Montes, en el departamento de Tarija, el presidente Arce dijo: Fue “en los campos de batalla donde los soldados desnudos de ambos países se enfrentan sólo para darse cuenta de que el verdadero enemigo no estaba en las trincheras, sino en los palacios desde los cuales una pérfida oligarquía mandaba cómodamente a morir a indígenas, campesinos y trabajadores, por riquezas que ni siquiera eran para ella, élite xenofilia y anti nacional, sino para la angurria del capital británico o estadounidense; Shell o Standard Oíl, Washington o Buckingham”.
“Nuestros pueblos mueren, sin saberlo, por petróleo destinado al extranjero”, refirió Arce sobre esta contienda bélica que provocó a Bolivia 50.000 bajas.
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