Tras un operativo sorpresa, acompañado por el Ministerio Público y fuerzas del orden, la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) intervino este miércoles dos talleres clandestinos de conversión a Gas Natural Vehicular (GNV) en la ciudad de El Alto, por no contar con las certificaciones correspondientes.
“Estamos muy preocupados por lo que está sucediendo. En este taller clandestino vemos válvulas, accesorios, fichas técnicas de revisión periódica. La población debe ser consciente de que debe acudir a los talleres autorizados, que son 261 en todo el país y denunciar a estos lugares clandestinos, llamando al 800-10-6006”, dijo el director ejecutivo de la ANH, Germán Jiménez, quien encabezó el operativo.
Las intervenciones se produjeron después de investigaciones realizadas desde enero. Los talleres intervenidos se encuentran en las avenidas Bolivia y Álamos de la zona Villa Adela, donde incluso se encontró cilindros supuestamente recalificados.
“Los cilindros tienen una vida útil de cinco años, después deben entrar a la recalificación, pero ellos tienen hasta sellos falsos, como si hubieran pasado las revisiones periódicas, situación que vamos a investigar”, agregó Jiménez.
De acuerdo con la ANH, en todo el país se tienen 261 talleres legalmente establecidos bajo el Decreto Supremo 27956 y el Reglamento del Sistema de Talleres de Conversión a GNV y Recalificación de Cilindros de GNV.
De este total, 40 se encuentran en la ciudad de El Alto, al igual que cinco talleres de recalificación. La lista completa de establecimientos autorizados puede encontrarse en la página web de la ANH, www.anh.gob.bo.
Actualmente, hay 339.146 vehículos que utilizan Gas Natural Vehicular en el país. Un 13% de ellos (43.738) circula en la ciudad de El Alto, mientras que un 3% lo hace en La Paz.
“Un taller clandestino significa un grave riesgo no solo para el propietario, sino también para su entorno y para la población en general. Los dueños y personas que trabajan en estos establecimientos, realizan las conversiones sin cumplir la normativa técnica, usan equipos que no cuentan con las certificaciones correspondientes e infringen la ley mediante la adulteración de series acuñadas en los cilindros de GNV”, refiere el reporte de la ANH.
Por esta razón, el Código Penal es claro cuando califica como “peligro de estrago” el delito cometido por los talleres clandestinos, entendiendo esa figura legal como “causar un daño de grandes proporciones que haya generado un peligro común” para la población.







