Chuquisaca, 13 de mayo de 2025 (ABI). - Con miras a las elecciones generales de 2025, Sucre se ha convertido en el epicentro de un debate para garantizar la participación política efectiva de las mujeres en condiciones de igualdad.
Autoridades electorales, junto a representantes de organizaciones políticas y de la sociedad civil, participan en el Encuentro Nacional para el Fortalecimiento del Enfoque de Género, una iniciativa orientada a consolidar la democracia paritaria y prevenir el acoso y la violencia política contra las mujeres.
“La participación política de las mujeres en Bolivia registró avances significativos, pero persisten barreras estructurales que limitan su acceso real a los espacios de poder”, advierte un boletín de la Coordinadora de la Mujer.
Ante esta situación, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Coordinadora de la Mujer impulsaron este evento con el apoyo de Oxfam, el Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la UMSS y el financiamiento de la Unión Europea.
El objetivo es trazar una hoja de ruta común que permita a las organizaciones políticas incorporar de manera efectiva políticas de género y construir mecanismos de prevención y respuesta ante la violencia política.
La organización subraya que, pese a la vigencia de la Ley 243 contra el Acoso y la Violencia Política hacia las Mujeres, “su aplicación ha sido insuficiente y carece de protocolos eficaces para su implementación en contextos electorales”.
Durante las jornadas de trabajo, ayer lunes y este martes, se abordarán aspectos como la incorporación de la paridad y la alternancia en los reglamentos internos de los partidos, el uso del sistema informático para el registro de candidaturas y la construcción de estrategias conjuntas para erradicar las prácticas discriminatorias que persisten en la vida interna de las organizaciones políticas.
Las cifras revelan la magnitud del problema. Solo en 2024, el TSE registró 79 denuncias por acoso político contra autoridades mujeres, la mayoría perpetradas por integrantes de sus propias agrupaciones. Por su parte, la Asociación de Concejalas de Bolivia (Acobol) contabiliza 118 denuncias a escala nacional.
“La experiencia ha demostrado que los partidos siguen siendo los espacios más resistentes al ingreso de mujeres en puestos de decisión”, reconocen los organizadores.
Las estructuras partidarias, señalan, reproducen lógicas patriarcales que normalizan la exclusión y la violencia, obstaculizando el ejercicio pleno de los derechos políticos de las mujeres.
El encuentro busca construir consensos que permitan transformar esas realidades. El desafío es avanzar hacia una democracia no solo paritaria en cifras, sino también intercultural y libre de violencia, donde las mujeres puedan ejercer su derecho a ser elegidas sin temor a represalias ni hostigamientos.
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