“Fue un momento de terror”, expresó este lunes Rosa Yana Callisaya, una comerciante que fue discriminada, golpeada y arrestada de manera injusta cuando caminaba por el mercado del Plan Tres Mil de la ciudad de Santa Cruz, durante el golpe de Estado de 2019.
“Tuve miedo en ese momento por mi hijito y mi mamá, qué van a ser ellos sin mí”, sostuvo, en una entrevista con el programa Somos Democracia, una alianza de los medios estatales.
La mujer fue interceptada el 1 de noviembre de 2019 luego de asistir a una reunión de su federación que tenía como objetivo pedir que sus afiliados puedan reanudar la venta de productos en las calles.
La entrevistada recordó que ella caminaba con nueve de sus compañeros, entre ellos su principal dirigente, y un grupo de bloqueadores en favor de la ruptura constitucional, en especial mujeres con traje camuflado, la rodearon junto a otras compañeras y les tildaron de terroristas enviadas por el entonces presidente Evo Morales.
“Ustedes van a pagar. Yo no sabía por qué nos decían eso”, relató.
La comerciante dijo que ella fue rodeada, grabada y amenazada con ser quemada viva por casi media hora para que diga que fue enviada para enfrentar a los movilizados.
Asimismo, mencionó que una de sus compañeras que se ocultó en una casa llamó a la Policía para que les socorra, pero lamentó que los efectivos de la entidad del orden que llegaron al lugar la arrestaron en lugar de ayudarle en su calidad de víctima.
“Ha llegado la Policía y nos han llevado boca abajo (…). Nos llevaron a la celda. Nos querían calumniar de cosas como que somos asesinas, espías y que llevábamos cohetes”, lamentó.
La entrevistada mencionó, por último, que lo que pasó fue injusto y solo la ayuda de los dirigentes y compañeros de su federación logró que fueran liberadas casi seis horas después de todo su suplicio.

