El presidente Luis Arce destacó este martes la llegada de ayuda estatal a las remotas comunidades indígenas Tsimané, Mojeño Trinitario y Yuracaré del amazónico Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).
“Llegamos con atención médica gratuita, pago del bono Juana Azurduy, entrega del subsidio universal prenatal y cedulación a las comunidades indígena originario campesinas Tsimané, Mojeño Trinitario y Yuracaré” del Tipnis, destacó el mandatario en sus redes sociales, en las que acompañó con gráficas de la llegada de esos servicios.
La reserva, en su doble condición de Territorio Indígena y Parque Nacional, tiene 1,2 millones de hectáreas que la comparten el sur del departamento del Beni y el norte de Cochabamba y en ella habitan, desde tiempos ancestrales, esos tres pueblos.
Arce señaló que las brigadas móviles, integradas por más de 20 instituciones del Estado, llegaron a la comunidad de Santa Clara y al municipio de Loreto, colindante con la reserva.
Esas dos poblaciones, informó el jefe de Estado, “ya reciben la atención de nuestros profesionales de salud, del Servicio de Identificación Personal y de cajeros del Banco Unión”.
Las brigadas, que partieron desde Trinidad la semana pasada en embarcaciones de la Fuerza Naval, están integradas por personal en salud, educación, servicios básicos, energía eléctrica, telecomunicaciones y, entre otros, vivienda.
Las comunidades indígenas del Tipnis, asentadas por lo general en las riberas de los ríos, son un conjunto de chozas de madera y techo de paja, que afloran en la selva como una extensión natural de ellas, a cuyo cobijo sus habitantes trascurren la vida bajo el ardiente sol, las torrenciales lluvias o la intensa humedad.
En las remotas comunidades se produce arroz ecológico y cacao, pero la caza y la pesca son las principales fuentes de subsistencia. Aún se practica el trueque.
Las epidemias de vómito y diarrea son frecuentes. Las brigadas de salud, en ese marco, entregan por estos días en la zona paquetes completos de medicinas, incluido lotes de sales de rehidratación oral y vacunas.
Algunos asentamientos tienen chozas de madera a modo de escuelitas multigrado y los pueblos más grandes presumen de pequeñas iglesias, sin cura ni pastor, que ofrecen servicios los domingos al ardiente calor del mediodía y oficios funerarios más que bautismos o casamientos.
Pero las risas de los niños, que juegan en los ríos, alegran la vida de los pueblos Tsimané, Mojeño Trinitario y Yucararé.