El embajador boliviano en Venezuela y vocero del Silala, Sebastián Michel, destacó que el reconocimiento de Chile de que las aguas del sudeste potosino provienen de un manantial y no de un rio generado por lluvias como, dijo, pretendieron argumentar anteriormente.
“Ese es el primer elemento que ellos han reconocido, que es un bofedal y que es un manantial y que no es agua de lluvia que se vuelve rio”, dijo en una entrevista con el canal estatal Bolivia TV.
Asimismo, resaltó que el país trasandino reconozca también que hubo intervención humana para las canalizaciones artificiales, con el propósito de mejorar el caudal de esas aguas que atraviesan la frontera y los intentos por parte del Estado boliviano para zanjar ese tema.
En ese marco, también resaltó los argumentos que presentó el lunes la defensa boliviana ante la CIJ como es el informe científico independiente que -a su juicio- acerca a ambas partes.
El Gobierno de Chile demandó a Bolivia en julio de 2016 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) argumentando que las aguas del Silala provienen de un río internacional y no de un manantial como afirma Estado plurinacional.
Dos años después, en 2018, Bolivia entregó ante ese alto tribunal de justicia su contramemoria en el litigio, además de una contrademanda contra el país trasandino.
La contramemoria boliviana se basa en estudios realizados en la zona del Silala, que incluyen investigaciones geológicas, geofísicas, hidráulicas, hidrológicas, hidroquímicas y medio ambientales que confirman que el caudal considerable de las aguas del Silala, emanadas de un manantial, fluyen artificialmente hacia territorio chileno por obras de canalización realizadas en el siglo pasado.
En tanto, la contrademanda pide a la CIJ que juzgue y declare que Bolivia tiene soberanía sobre los canales artificiales y los mecanismos de drenaje en el Silala que están ubicados en su territorio y el derecho soberano a decidir cómo los mantendrá.

