El presidente Luis Arce resaltó el sacrificio del pueblo boliviano que ofrendó 38 vidas para la recuperación de la democracia, recordó el mandato de construir una Bolivia participativa y también alertó que algunos malos bolivianos “quieren intentar tocar nuevamente la puerta de los cuarteles”.
“En 2019 el pueblo boliviano no escatimó ningún sacrificio, ofrendando 38 vidas, para recuperar la democracia. El 18 de octubre del año pasado, el pueblo boliviano nos otorgó con su voto el mandato de construir una Bolivia participativa”, escribió en su cuenta de Twitter.
Durante el régimen de Jeanine Áñez, 38 personas fueron victimadas, la mayoría indígenas, además de que más de 800 resultaron heridas y más de 1.000 fueron detenidas ilegalmente, torturadas y/o perseguidas.
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), calificó esas muertes como “masacres” y “ejecuciones sumarias” que deben ser investigadas y sancionadas.
Las movilizaciones populares obligaron a Áñez a llamar a elecciones generales cuyos resultados fueron de apoyo a la recuperación de la democracia mediante el respaldo a los candidatos del MAS, Luis Arce y David Choquehuanca. El MAS-IPSP logró el 55,11 % de apoyo expresado en las urnas.
Carlos Mesa perdió los comicios con el 28,83%, y Luis Fernando Camacho, con el 14%.
Pese a esa reconfiguración del escenario democrático, los sectores opositores que perdieron en las elecciones generales impulsaron un paro y acciones de desestabilización para evitar ser juzgados por su rol en las masacres de 2019 ocurridas en la gestión de Jeanine Áñez.
En ese contexto, el Presidente escribió en su cuenta de Twitter: “Los malos bolivianos y las malas bolivianas quieren intentar tocar nuevamente la puerta de los cuarteles, pero estoy convencido de que pueblo y Fuerzas Armadas en conjunto, construirán una Bolivia libre con independencia económica y democracia plenas”.