La Paz, 23 de abril de 2023 (ABI). - El presidente Luis Arce construyó el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP) de manera colectiva, con las organizaciones sociales y con los empresarios con el fin de avanzar a la industrialización con sustitución de importaciones que marcará un antes y un después para el país, afirmó este domingo la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
“Nuestro Modelo Económico Social Comunitario Productivo es un modelo, justamente su funcionamiento obedece a una construcción colectiva, como lo ha señalado muchas veces nuestro presidente, nuestro Modelo Económico tiene, además, una de las mayores fortalezas porque se sostiene en el pueblo trabajador y también en las propuestas que realiza el pueblo trabajador”, señaló Prada en una entrevista con Bolivia TV.
Recordó que, desde la campaña para las elecciones generales de 2020, Arce, entonces candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), se reunió con los sectores sociales, que son “la base que hace girar la economía en nuestro país”.
“Pero también desde que estábamos en campaña estuvimos en reuniones con distintos sectores económico, estuvimos en reuniones con federaciones de empresarios para ver qué estaba pasando con nuestra economía, que sentían todos los sectores, qué sentían los pequeños, medianos y grades (empresarios), todos. Estábamos en reunión, en campaña, también con Asoban (Asociación de Bancos Privados de Bolivia) para ver el impacto de las políticas nefasta del gobierno de facto en el sistema financiero”, detalló la ministra.
Ya en el gobierno, dijo, Arce consolidó las cumbres departamentales para la reconstrucción económica y productiva del país, con la participación de los sectores sociales. En esos encuentros se planteó como eje principal de desarrollo al Bicentenario del país en 2025, la industrialización de los recursos naturales para impulsar la reactivación y crecimiento económico con el fin de que Bolivia sea un referente de progreso en la región.
Así se dio marcha al plan de industrialización con sustitución de importaciones que, de acuerdo con Prada, es parte de una “mirada estructural” porque consolidará la “base ancha de nuestra economía, diversificándola”.
“Es una transformación estructural que va a cambiar la historia del país”, aseguró la ministra.
Para alcanzar la meta, el Gobierno nacional puso en marcha la instalación de 43 plantas de industrialización de distintos productos con una inversión superior a los Bs 4.000 millones.
Prada señaló que estas nuevas factorías permitirán no solo aumentar valor agregado a la producción nacional, sino también dinamizar la economía local, generado empleo y desarrollo para que la población no opte por migrar a las grandes urbes.
La ministra proyectó que esta base productiva llegue a unas 60 plantas en todo el país y enfatizó que se avanzará con el fortalecimiento de la producción agrícola a partir de la mecanización del agro.
A estas plantas se suma la industrialización soberana del litio con la tecnología de Extracción Directa a partir de la instalación de dos plantas en Potosí y Oruro con una inversión superior a los $us 1.000 millones, además de la construcción de las plantas de biodiésel y la segunda plata de Urea y Amoniaco.
También están los proyectos de estudio y explotación de tierras raras y la pronta ejecución de la industria de química básica.
“Va a marcar un antes y un después. Eso lo vamos a anunciar al país con mucha alegría, que no solo será saludado por el pueblo, sino por los sectores industriales”, afirmó.
Basada en ello, Prada defendió el MESCP. Aseguró que en medio de contextos mundiales e internos adversos demostró su fortaleza y que revirtió la verdadera crisis en la que se encontraba el país en 2020 con un decrecimiento de más del 12%.
Bolivia vivió una profunda crisis económica en 2020, pero con la restauración del MESCP ahora el país se encuentra en un proceso de reconstrucción y muestra indicadores positivos, pese a un contexto internacional desfavorable.
Algunos de esos indicadores positivos son que los precios de los alimentos y combustibles se mantienen estables, prueba de ello es que en 2022 el país cerró con una tasa de inflación de 3,1%, la más baja de la región.
El déficit fiscal se redujo el año pasado a 7,2% del Producto Interno Bruto (PIB), respecto a la gestión 2020, cuando este indicador estaba en 12,7%. Además, la tasa de desempleo disminuyó de 11,6%, en julio de 2020, a 4,5%, en diciembre de 2022.
Asimismo, con el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, Bolivia logró alcanzar una tasa de crecimiento del PIB del 6,1% en 2021 y de 4,3% al tercer trimestre del año pasado.
“Está demostrado que es un Modelo Económico que funciona, porque es un Modelo Económico que responde a la realidad económica y social de nuestro país”, enfatizó la ministra.

