La Paz, 10 de abril de 2025 (ABI).- El fallido golpe de Estado del 26 de junio de 2024 debe “cerrarse en la justicia” con sentencias contra los responsables intelectuales y materiales, para que este tipo de hechos no vuelvan a repetirse y se preserva la democracia, afirmó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, en la presentación del documental “¿Qué pasó el 26J?
En el documento se hace un recuento de los hechos de ese 26 de junio y se devela en detalle los preparativos y accionar militar, bajo el mando del exgeneral y excomandante del Ejército Juan José Zúñiga, con tanquetas ametralladas y militares fuertemente armados para tomar el poder en Casa Grande del Pueblo.
“Este capítulo debe cerrarse en la justicia, como una garantía para que el pueblo boliviano y toda la región garantice una no repetición. Las sentencias condenatorias que se obtengan solidificarán una garantía para preservar la democracia boliviana”, afirmó en el acto en el que estuvo el presidente Luis Arce.
Toda la acción operativa del golpe fallido se desarrolló en plaza Murillo, centro del poder político y acceso a la Casa Grande del Pueblo desde el viejo Palacio Quemado. Zúñiga estuvo al mando de los militares golpistas y con una tanqueta forzó la reja de ingreso al viejo Palacio de Gobierno.
Sin embargo, no contó que Arce, que estaba con su gabinete en Casa Grande del Pueblo, lo fuera a enfrentar en el ingreso al Palacio Quemado y le ordenara replegar a las tanquetas y a los militares. Poco después se vio cómo los militares y las tanquetas blindadas se retiraban de plaza Murillo, la asonada golpista había fracasado.
“El riesgo de que nuestra democracia pueda perderse en tan solo horas es un riesgo que nunca debemos tomarlo. No puede existir en nuestro país nunca más personas desaparecidas, capturadas, secuestradas y torturadas, personas ejecutadas por pensar diferente o personas perseguidas por simplemente disentir como lo fue en gobiernos de facto”, afirmó Del Castillo en alusión a la época de dictaduras en Bolivia.
Ese 26 de junio la población se movilizó y llegó hasta plaza Murillo, donde resistió la intentona golpista en una jornada tensa y de violencia. Hubo heridos y en la noche fue detenido Zúñiga, dando inicio a la investigación de este hecho que tiene a decenas de involucrados, la mayoría militares de las tres fuerzas de las Fuerzas Armadas.
“El verdadero soberano siempre va a estar en las urnas y es nuestra vocación hacer respetar aquello”, aseguró el ministro y reflexionó que “una democracia imperfecta es mejor que cualquier dictadura, y por consiguiente protegerla es nuestro deber como ciudadanos, como bolivianos que amamos esta hermosa patria”.
Del Castillo aseguró que de la conspiración, “aunque parezca paradójico, participaron extremos políticos antagónicos radicales de nuestro país, demostrando que cuando existe de por medio el interés de tomar el poder por la fuerza, no existen diferencias ideológicas para estas personas que no creen en la democracia”.
Más de una veintena de militares y civiles fueron procesados, de los que seis aceptaron su responsabilidad y se sometieron a un juicio abreviado. Zúñiga se encuentra con detención preventiva en la cárcel de Cochabamba.
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