El analista político y exministro cruceño, Reymi Ferreira, afirmó este lunes que los principales actores que permitieron la consolidación del golpe de Estado en noviembre de 2019 fueron los policías que se amotinaron.
“Las Fuerzas Armadas fueron actores de segundo plano, han sido secundarizados, en realidad los actores más importantes que permiten el triunfo de la sonada, son los policías que se amotinan; los ‘pititas’ y los cívicos y compañía creen que ellos, y lo dicen con orgullo y desfachatez, ‘derrocaron’ al Gobierno de Evo Morales y no es cierto”, resaltó.
En contacto con radio Patria Nueva, Ferreira recordó que las movilizaciones de los grupos denominados “pititas” no tenían trascendencia alguna, salvo en el centro de las ciudades y que fue la decisión de algunos policías de amotinarse lo que determinó la ruptura del orden constitucional en Bolivia.
“Sus movilizaciones tenían 21 días, pero no pasaban de los centros urbanos, semiparalizados en algunos casos, en otros no tanto, pero el factor decisivo que va a precipitar la ruptura del gobierno constitucional van a ser los policías, los policías que dejan desguarnecidas a las ciudades, que dejan desguarnecida a la población”, rememoró.
Además, recordó que fueron los policías amotinados, quienes permitieron el incendio de casas de personas afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) y dejaron sin resguardo a Palacio de Gobierno e instituciones estatales.
“Los policías permiten el incendio de las casas de familiares de autoridades en Potosí, en Sucre, en Oruro, permiten el abuso de grupos fascistas, de vándalos a las casas de personas que tenían alguna vinculación con el MAS, ellos empiezan, ellos crean inseguridad al Palacio de Gobierno, a las instituciones estatales, ellos son los que realmente apresuran la consolidación del grupo que quería apoderarse del poder en nuestro país”, subrayó.
Militares se plegaron a la insurrección
Sobre el rol de algunos efectivos de las Fuerzas Armadas (FFAA), Ferreira sostuvo que cometieron delitos, al igual que los policías que se amotinaron, saltando su función constitucional de garantizar la estabilidad del Gobierno electo, consolidando de esta forma el motín policial y plegándose a la insurrección.
“Pero, no es menor el delito que han cometido las FFAA o sus dirigentes, las FFAA como instituciones no cometen delitos, son personas, personas a cargo, lamentablemente en ese momento, y digo lamentable porque se pensaba que eran personas institucionalistas, profesionales que respondían a la ley”, señaló.
Recordó que las FFAA tienen a su cargo la defensa integral del Estado y el sostener la estabilidad del Gobierno legalmente electo, y son incluso en mayor medida que la Policía responsables de desarrollar esta tarea, pero no cumplieron ese rol.
“Porque si bien los policías se podían amotinar, infringiendo gravísimamente también la propia Ley Orgánica de los policías y la Constitución, las Fuerzas Armadas tenían un mandato constitucional de garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido, y en lugar de garantizarlo ¿qué hicieron?, conspiraron contra él y se plegaron a esta insurrección”, subrayó.
Otro hecho que es calificado de “vergonzoso” por el analista cruceño, es que el grupo de militares fue parte de la insurrección y se sometió al mando de civiles sin ninguna representación constitucional.
“Pero algo que es vergonzoso, en un momento de la situación, quienes les daban órdenes estaban al margen de cualquier línea de sucesión, incluido Tuto Quiroga, (Waldo) Albarracín, la Iglesia, (Luis Fernando) Camacho y así, era un cuerpo militar a órdenes de gente que no tenía ningún tipo de representación”, cuestionó.

