“Yo pido justicia, que nos ayuden internacionalmente, que entren a la cárcel los asesinos y los autores”, manifestó Gregoria Siles, madre del joven Omar Calle Siles, de 25 años, quien falleció por un impacto de bala en el corazón en la denominada “Masacre de Sacaba” que se registró durante el golpe de Estado de 2019.
“Un año y seis meses estoy caminando día y noche pidiendo de Dios que haya justicia”, recalcó, en una entrevista con el programa “Somos democracia” de Bolivia TV.
El joven falleció el 15 de noviembre de 2019, a dos días de que una marcha pacífica, en la cual participaba su madre y su padre, partió desde la localidad de Lauca Ñ hacia el puente de Huayllani del municipio de Sacaba, para reclamar por abuso de policías y militares contra mujeres de pollera que rechazaban el golpe de Estado con una movilización y una vigilia.
La mujer recordó que se enteró de la muerte de su hijo por una noticia difundida por un canal de televisión, cuando se recuperaba en un centro médico de fracturas de los huesos de una mano pisada por un policía y varias lesiones que le fueron causadas durante la “Masacre de Sacaba”.
A su turno, la hermana del joven, Angélica Calle, responsabilizó de manera directa al régimen de Jeanine Áñez por lo sucedido con su hermano.
“Ese gobierno de facto de Jeanine Áñez le ha arrebatado la vida a mi hermano, nos ha arrebatado al único que nos daba vida a la familia, a un padre de familia que tenía su hijo de cinco años”, aseveró.
La entrevistada mencionó que el impacto por la muerte de su hermano provocó que su familia quede con un vacío “que no tiene palabras” para describirse, puesto que para su padre y su madre era su única ayuda para subsistir en la vida.
“Él era todo para mis padres que son de la tercera edad. El vacío que nosotros sentimos jamás nadie va a entender. Nadie nos va a comprender. Un año y seis meses no hacemos una cena familiar, porque nos falta un pedazo”, manifestó.
La hermana del joven dijo, finalmente, que el hijo de su hermano es también una víctima más de lo sucedido porque quedó “sin el calor de su padre, sin un amor de padre”.