José Luis Cuellar fue perseguido político durante el régimen de Jeanine Áñez, en Cochabamba, por el hecho de apoyar a quienes salían a las calles en reclamo de democracia.
Además, fue testigo de cómo las fuerzas combinadas entre policías y militares reprimían a quienes cuestionaban al gobierno de Áñez en noviembre de 2019, tras el golpe de Estado denunciado por el entonces presidente Evo Morales.
“Es muy doloroso porque tuvimos que defender a nuestros mismos compañeros que incluso vimos cómo se desangraban en Sacaba y en Huayllani, vimos cómo los compañeros morían”, aseguró en entrevista en el programa Somos Democracia, una alianza de medios estatales.
José Luis Cuellar tenía como labor apoyar logísticamente a quienes se movilizaban en busca de democracia. No lo hacía solo, sino junto a otros compañeros que también fueron perseguidos.
Recordó que no pudo vivir tranquilo durante esa época de conflictos, debido a que fue identificado y perseguido. Evitó dormir en su vivienda y se dedicó a buscar lugares distintos a diario para descansar y no ser privado de libertad. “No sabías si estabas seguro viviendo en tu propia casa”, dijo.
“Cuando salíamos en defensa, nos gasificaban. Nos trataban como personas que no tenían derechos. Al fin de cuentas, siempre apoyamos a los adultos mayores, a las mujeres, inclusive había niños con sus padres y madres que se ponían a llorar. En sí, no tenían respeto”, lamentó.
A más de un año de los hechos, indica que el escenario es distinto y que el objetivo de las movilizaciones de 2019 sigue vigente: “Sigamos defendiendo nuestra democracia”.

