La Paz, 26 de agosto de 2022 (ABI).- En un análisis de la Marcha por la Democracia y la Reconstrucción Económica, el portavoz Presidencial, Jorge Richter, señaló que muestra la unificación del bloque social-popular en torno al Gobierno nacional y que establece un blindaje para impedir una nueva ruptura institucional como sucedió en 2019.
“Esta movilización es de protección al Proceso de Cambio, al proceso social y popular del Estado Plurinacional, establecer un blindaje para que no haya posibilidad de una nueva ruptura institucional”, afirmó Richter en declaraciones al programa No Mentirás.
Recordó que el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, lo dejó muy claro cuando afirmó ante miles de personas en la plaza San Francisco, en La Paz, que “el pueblo boliviano no quiere más golpes de Estado” como sucedió en 2019 y que un hecho similar sólo sucederá “sobre nuestro cadáver”.
Ese año, Bolivia vio interrumpido su ciclo democrático iniciado en 1982 cuando se produjo la ruptura constitucional.
Después de la dimisión del presidente Evo Morales, luego de la sugerencia de las Fuerzas Armadas, el 10 de noviembre de 2019, la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, Jeanine Añez, se proclamó presidenta del Estado ante una Asamblea Legislativa que no formó el quorum reglamentario.
El artículo 169 de la Constitución de 2009 señala que “en caso de impedimento o ausencia definitiva” del presidente, “será́ reemplazado en el cargo” por el vicepresidente y, a falta de este, por el presidente del Senado y, a falta de este, por el de la Cámara de Diputados. “En este último caso, se convocará a nuevas elecciones en el plazo máximo de noventa días”.
Con la renuncia de Evo Morales a la presidencia, el 10 de noviembre de 2019, se desencadenaron una serie de renuncias de las personas consideradas para asumir la presidencia de acuerdo con la cadena de sucesión presidencial.
Para elegir presidente del Senado, paso previo para la designación del presidente provisorio de Bolivia, se debe contar con un quórum de la mitad más uno de los 36 senadores, es decir, 19 legisladores, de acuerdo con su reglamento interno.
Según el reglamento interno de la Cámara de Senadores, para elegir el presidente del Senado se debe contar con un quórum de la mitad más uno de los 36 senadores, es decir 19 legisladores.
El mismo reglamento tiene normas que, de un lado, atribuyen a la segunda vicepresidenta reemplazar a la presidenta y a la primera vicepresidenta cuando ambas se hallen ausentes y, de otro, define que corresponde la presidencia de la Cámara al bloque de la mayoría.
En reunión del Senado sin el quórum previsto en reglamento, Jeanine Añez se proclamó como presidenta de la Cámara de Senadores, en sucesión por vacancia de los cargos de presidente y primer vicepresidente.
Luego, también sin el quórum requerido, en el recinto de la Asamblea Legislativa, Añez se declaró presidenta interina del Estado Plurinacional de Bolivia.
El 12 de noviembre de 2019 el Tribunal Constitucional Plurinacional (TPC) emitió un “Comunicado” señalando que entendía todavía aplicable con la vigencia de la Constitución de 2009 una Declaración Constitucional de 2001, en la cual decidió sobre la sucesión presidencial en casos de vacancia.
Ese mismo día de noviembre, Añez ingresó a Palacio Quemado y el jefe de la Casa Militar le puso la banda presidencial y le entregó el bastón de mando.
Si bien Añez debía llamar a elecciones en un “máximo de noventa días”, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que estaba presidido por su delegado Salvador Romero, aplazó en al menos cuatro oportunidades la fecha de los comicios. Inicialmente estaba prevista para el 3 de mayo de 2020, pero se la reprogramó para el 17 de ese mes.
Añez y su gobierno decretaron una cuarentena total como respuesta a la pandemia del COVID-19, lo que derivó en un nuevo aplazamiento de las justas para el 6 de septiembre.
Al final se la programó para el 18 de octubre de 2020, de forma definitiva, gracias a la presión de los sectores sociales con protestas como el Cabildo del millón que se realizó el 28 de julio de 2020 en la ciudad de El Alto.
En esos comicios los candidatos del MAS-IPSP, Luis Arce Catacora y David Choquehuanca, lograron el 55,11 % de respaldo electoral mayoritario, resultado que expulsó al régimen de facto y devolvió al país al cauce democrático.
Para Richter en noviembre de 2019 “el bloque social y popular” sufrió una “derrota porque no tuvo la reacción inmediata en las calles”, por lo cual ahora decidió ejecutar “un movimiento constante de soberanía territorial” ante los sectores más reaccionarios del país que intentan socavar la gestión del Gobierno nacional.
“No es un ejercicio de fuerza, sino fundamentalmente es una nueva forma que toma la resistencia social y popular frente a las insinuaciones de los sectores más reaccionarios de nuestro país”, afirmó el portavoz.
Desde la visión de Richter, “estos sectores reaccionarios”, que tienen su rostro visible en el Comité Cívico Pro Santa Cruz y del gobernador Luis Fernando Camacho, buscan “generar las condiciones para tener un escenario de indignación colectiva” que les permitiese lograr la “ruptura del orden constitucional”.
Y en ese fin es empleado el Censo de Población y Vivienda “para realizar la batalla trascendental”, como lo hicieron antes, al inicio del mandato de Arce, con la administración de la pandemia del COVID-19 y después con sus cuestionamientos al modelo económico.
Para Richter estos espacios como el Comité cruceño es más un espacio político donde se reagruparon “viejos actores políticos y sectores de la vieja partidocracia de la derecha neoliberal” y que ejercen desde esos espacios su acción “opositora al Gobierno”.
Por ello, dijo, esta movilización del bloque social-popular será constante para ratificar la legitimidad que el presidente Arce logró en las urnas con más del 55% de respaldo.
Señaló además que la participación del Presidente, del vicepresidente, David Choquehuanca, y del presidente del MAS-IPSP, Evo Morales, en la marcha de apoyo al Gobierno realizada ayer, es una evidencia del “principio unificador del bloque social y popular” de dicha movilización.
“Los liderazgos, las mayores referencias del MAS, de las organizaciones sociales, del Gobierno, tienen en el presidente Arce, en el vicepresidente Choquehuanca, y en el presidente del MAS, Evo Morales, actores absolutamente protagónicos fundamentales de este proceso y caminan, por supuesto, como el día de hoy (por ayer), bajo ese principio unificador”, aseveró.
“No hay una sola contradicción en los discursos de Arce, de Choquehuanca y de Morales”, dijo el portavoz y enfatizó que los tres “hablan de nuestros recursos naturales, de protegerlos, de proteger el sistema democrático, de cuidar el Proceso de Cambio y también del ejercicio de la soberanía nacional, que son principios que unifican”.
“Se puede tener visiones diferentes respecto de cómo se debería encarar un tema u otro, eso es normal, pero en los elementos fundamentales, filosóficos, ideológicos que guían a quienes estamos en el bloque social popular, no hay esas contradicciones”, aseveró.
Jfcch/Nj

