La Paz, 21 de agosto de 2023 (ABI).- La ministra de Culturas, Sabina Orellana, atribuyó los hechos de violencia generados en el congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), a grupos del “ala radical” que desde el inicio intentaron, sin resultados, llevar al fracaso al magno evento.
“Hay que decir la verdad, que los sectores que convocaron a la violencia, desde un inicio y durante todo el congreso, son los de la llamada ‘ala radical’, principalmente de Potosí, que están en contra del Gobierno, como lo demostraron, convocando recientemente a un paro en rechazo a la detención del gobernador de Potosí (Jhonny Mamani), tema que debe tratarse en la justicia”, dijo.
Señaló que el congreso se desarrollaba con normalidad hasta la elección del presídium, cuando los sectores radicales se vieron en desventaja y tomaron el camino de la violencia, lanzando gases lacrimógenos en las instalaciones del polideportivo Héroes de Octubre, de la ciudad de El Alto, donde se desarrollaba el evento sindical.
La ministra pidió a Evo Morales no mentir al responsabilizarla de manipular el congreso campesino ofreciendo dinero a los congresistas y adelantó que no interpondrá un proceso judicial porque perdería el tiempo que tiene que dedicarlo a la gestión.
“Esa acusación contra mí que ofreciera dinero, no es cierta, no es creíble, le están mintiendo y engañando y le exijo respeto y les diga a esas personas que están manipulando 'ama llulla' y también le digo con mucho respeto 'ama llulla' hermano Evo Morales”.
Señaló que será el tiempo que demostrará quiénes mienten y quiénes manipularon desde el primer día del congreso “confabulando con megáfonos”.
Orellana instó a Ponciano Santos a respetar las resoluciones del congreso que eligió a Lucio Quispe como el secretario ejecutivo de la organización, en el marco de la legalidad.
“Como movimientos populares siempre somos orgánicos y no estamos de acuerdo con autoproclamaciones o paralelismos, y llamamos a la responsabilidad de los dirigentes que tuvieron un mal cálculo político al abandonar el congreso y no estar presentes hasta el final”, dijo.
La autoridad recordó que el congreso de la CSUTCB es la máxima instancia de toma de decisiones, responde a una convocatoria que define sede, participantes y temario; y que el presídium se constituye en la máxima autoridad del magno evento.
Por lo tanto, “no puede haber sectores que se atribuyen la representatividad del presídium y decidan cambiar arbitrariamente de sede o realizar elecciones sin respetar las normas propias de la organización”, insistió.
Según Orellana tras la explosión de los gases lacrimógenos y los enfrentamientos, intervino la Policía Boliviana y el personal de Salud para habilitar vías de escape y resguardar la seguridad de los congresistas.
“Eso no es intervención, es cumplir con la responsabilidad, es resguardar a los hermanas y hermanas, no es dictadura, es respeto a la cultura de la vida y es no caer en la violencia que propusieron desde el inicio estos sectores, con la intención de hacer fracasar el congreso de la CSUTCB”.
Durante la noche del sábado y madrugada del domingo se registraron hechos de violencia que terminaron con más de 800 heridos, entre ellos por armas punzocortantes, y destrozos en la infraestructura del coliseo “Héroes de Octubre”, sede del congreso campesino.
Culturas ratificó el rechazo del Gobierno a las acusaciones de Evo Morales de que los hechos de violencia en el congreso campesino fueron instruidos por el presidente Luis Arce.
El Gobierno nacional, a través de un comunicado, desmintió la noche del domingo “categóricamente” las acusaciones de Morales y reafirmó su compromiso con la unidad del movimiento popular, de las organizaciones y del MAS-IPSP.
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