Militares junto a una de las varias tanquetas apostadas en inmediaciones de Palacio Quemado. Foto: Juan Cori
Fracasa un intento de golpe de Estado que tuvo como epicentro plaza Murillo

Fracasa golpe de Estado que tuvo como epicentro plaza Murillo

La Paz, 26 de junio de 2024 (ABI). – La plaza Murillo concitó la atención nacional e internacional este miércoles, porque fue el escenario de un golpe de Estado fallido. Militares encapuchados, fuertemente armados y con blindados tomaron el centro del poder político sin resistencia en un principio, lo que cambió a medida que pasaban los minutos.

Todo empezó pasadas las 14h30. Las tanquetas y los militares cerraron los ingresos a la plaza de kilómetro 0. El exgeneral Juan José Zúñiga apareció como líder de esta intentona, junto a los otros dos ahora excomandantes de la Fuerza Aérea y de la Armada. 

Los militares formaron columnas con apoyo de mallas de metal en un radio de una cuadra alrededor de la plaza Murillo, mientras en la Casa Grande del Pueblo permanecían el presidente Luis Arce y su gabinete con la decisión de resistir la asonada golpista.

En uno de los primeros momentos de mayor tensión una de las tanquetas, que transportaba a Zúñiga y al exvicealmirante Juan Arnez Salvador, se apostó al frente del viejo Palacio Quemado. Hasta ahí llegó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y le demandó a gritos al militar que “descienda” y pare el golpe.

No tuvo ninguna respuesta y el ministro retornó sobre sus pasos. Zúñiga descendió de la tanqueta, de uniforme y con un chaleco antibalas, anunció una “verdadera democracia, no de unos cuántos, no de unos dueños que ya están 30 o 40 años manejando el país”.

Incluso, anunció la “liberación de todos los presos políticos”. “No puede ser que personal subalterno esté presos por solo haber acatado una orden. Vamos a liberar a todos los presos políticos. Desde (Fernando) Camacho, (Jeanine) Áñez, los generales y los tenientes, ese es el pedido de las Fuerzas Armadas, y lo vamos a cumplir”, prometió.

De inmediato, una de las tanquetas tiró la puerta principal de Palacio Quemado y despejó el ingreso de Zúñiga y sus seguidores, entre ellos Arnez y el comandante de la Fuerza Aérea Boliviana Marcelo Zegarra, al anexo de Casa Grande del Pueblo.

En el ingreso, el presidente Arce se plantó a los militares y enfrentó a Zúñiga. “Si usted respeta el mando militar, repliegue a todas esas fuerzas en este momento. (…) Es una orden”, espetó el mandatario, pero su interlocutor se opuso y volvió a la tanqueta.

En un mensaje junto al vicepresidente David Choquehuanca y sus ministros, Arce denunció que se enfrenta un “intento golpista” y llamó al pueblo a defender la democracia.

Para entonces, ya cientos de personas se apostaron en las calles circundantes a Casa Gran del Pueblo. Prendieron fogatas para aminorar los gases lacrimógenos lanzados por los militares en un intento por dispersar a los movilizados.

“¡Golpistas!, ¡golpistas!”, gritaban y los militares respondían con gases.

De acuerdo con el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, el movimiento militar irregular empezó a las 09h00 en Challapata, en el departamento de Oruro, cuando instructores especialistas y armados se transportaban en seis camionetas a La Paz.

A la par, el ministro conoció que había una instrucción de acuartelamiento en la séptima, octava y novena división del Ejército y dio parte al presidente. De inmediato convocó al Alto Mando Militar a una reunión, sin embargo, ninguno de los tres respondió y se aceleró el cambio de los jefes militares.

Pasada las 17h30 José Sánchez Velásquez asumió como comandante del Ejército; Gerardo Zabala Álvarez, de la Fuerza Aérea, y Renán Guardia Ramírez, de la Armada.

Posesionado en el cargo, Sánchez ordenó a los uniformados que tomaron plaza Murillo regresar a sus cuarteles.

Pasada las 18h00 horas, los militares dejaron plaza Murillo. Desde el balcón de Palacio Quemado, el presidente Arce agradeció a los cientos de ciudadanos que se reunieron para defender la democracia.

“El pueblo movilizado ha hecho posible retroceder a esta intentona golpista, gracias pueblo boliviano”, afirmó ante una multitudinaria concentración que minutos después, al salir de Palacio Quemado, lo levantó en hombros.

Zúñiga y Arnez fueron detenidos. Serán procesados por la vía ordinaria y en la justicia militar.

El Ministerio Publico inició las investigaciones y el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, espera que se dé también con los otros impulsores de este golpe de Estado fallido que recibió una condena unánime de mandatarios de la región y de organismos internacionales.

Rdc/Jfcch/Cc


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